ABANDONO. Las perreras recogen a 2.000 animales de la Bahía en un año. / ENRIQUE MONCADA
Ciudadanos

Los ayuntamientos de la Bahía paralizan el proyecto de la perrera por su alto coste

Sólo Cádiz y Puerto Real se han comprometido en Pleno a asumir su inversión Felipe Márquez convoca una reunión el jueves para reajustar el presupuesto

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El cierre de la perrera El Refugio, en Puerto Real, obligó a los ayuntamientos de la Bahía a buscar soluciones para los animales abandonados en la vía pública. Desde noviembre del pasado año, tres perreras se hacen cargo de estos animales a través de un convenio firmado entre los municipios mancomunados y los propietarios de estas empresas. Hablamos concretamente de Rotaguau, que se encarga de dar servicio a Cádiz, El Puerto de Santa María, San Fernando, Puerto Real y Rota; Todo Bichos, para Chiclana y Conil, y la perrera municipal de Jerez que trabaja para esta ciudad. Un convenio que finaliza a finales de este mismo año y que mantiene vigente el servicio público de recogida de animales vagabundos al que están obligados a ofrecer todos los gobiernos locales. Pero esta medida es de carácter provisional. La Mancomunidad de la Bahía encargó un proyecto para crear una perrera que prestara servicio a los siete municipios que la conforman y al que se comprometieron, en un principio, todos los ayuntamientos.

Alto presupuesto

Para llevarlo a cabo, el proyecto tenía que ser aprobado por la Junta de Gobierno de la Mancomunidad y, después, por los plenos de los ayuntamientos que conforman el organismo supramunicipal. Los puntos a aprobar son tres: cesión de competencias a la mancomunidad para crear el servicio de recogida de animales, aceptar el presupuesto y comprometerse a participar en los gastos del proyecto.

Pero de los siete municipios mancomunados, sólo Cádiz y Puerto Real han aceptado el compromiso y, superado el plazo otorgado para ello, Felipe Márquez, presidente de la mancomunidad de la Bahía, ha convocado una reunión para modificar el proyecto inicial y reajustar el presupuesto, de 1,7 millones de euros.

El edificio, que se elevaría sobre un terreno de 15,000 m2 cedido por el consistorio chiclanero, se coordinaría con la actual perrera de Jerez que actuaría como centro de transferencia. El servicio no se limitaría a recogida de animales abandonados sino que se ofrecería, además, un hotel para mascotas con la máxima calidad. Un sistema que ayuda a solventar el coste que supone el mantenimiento de estos servicios, que supera los 800.000 euros anuales.

Aunque el boceto del proyecto sigue en pie, va a sufrir modificaciones sustanciosas. La calidad de las condiciones del hotel merman así como lo hacen los servicios. En este sentido Felipe Márquez, presidente de la mancomunidad, pide prudencia: «los servicio mínimos siempre se van a mantener, lo que ocurre que en vez de un hotel de cinco estrellas será de tres». Y añade, «el jueves vamos a recibir de manos de Cemabasa -empresa encargada del proyecto- varias propuestas con las modificaciones del proyecto. Así, se consigue un coste asumible por parte de las arcas municipales». El inicio de obras, previsto en un principio para este verano, se atrasa. Tal y como afirma Márquez, «las obras no darán comienzo hasta octubre o noviembre; de todos modos, el servicio está garantizado».