VOLUNTARIOS. Pocas con las familias que acogen menores de forma temporal. / O. CHAMORRO
Ciudadanos

Más de 400 niños gaditanos viven en centros de acogida tras ser separados de sus padres

La Junta tutela a 1.200 menores, de los que 800 se alojan con algún familiar En lo que va de año tan sólo 19 de ellos han encontrado una familia de acogida

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Ni a veinte ha llegado el número de niños que viven con tutores de acogida tras ser separados de sus padres en lo que llevamos de año. La Junta retira la tutela a un centenar de familias al año por no prestar el cuidado adecuado a sus hijos. En total son ya más de 1.200 los que se encuentran bajo amparo público, la mayoría alojados con familiares directos y el resto (en torno a los 400), en centros de acogida.

Los voluntarios se hacen cargo de los niños de forma temporal ya que «en ningún caso hablamos de acogimientos preadoptivos, en éstos siempre se mantiene el vínculo con los padres biológicos», aclara el jefe del Servicio de Menores, Agustín López. El programa de acogimiento familiar funciona desde 1996 en Cádiz, Sevilla y Málaga y hace un año se ha extendido al resto de la comunidad. Aún así, la provincia gaditana se encuentra a la cola. «Sevilla cuenta con una bolsa de familias tres veces mayor que la nuestra y Málaga anda por los mismos niveles», insiste López.

Una de las razones más habituales para la retirada de la custodia es que el niño padezca síndrome de abstinencia por consumo de drogas durante el embarazo. Esto se detecta nada más nacer y es el propio hospital el que realiza el informe. Acto seguido actúan los técnicos de la Consejería de Igualdad y Bienestar Social y dejan a este niño en acogida de urgencia, bien con familiares directos, bien con tutores ajenos. De hecho, la Delegación provincial se ha propuesto que no haya ningún menor de tres años en centros de acogida, donde actualmente se atiende a una decena de bebés que han sido separados de sus padres.

Otro tipo de causas es el desamparo del niño por una desestructuración familiar, motivada por problemas de adicción de los progenitores posterior al nacimiento o incluso por episodios de malos tratos. «Éstos últimos son los menos», asegura López. No obstante cada vez se dan más casos de abusos sexuales, aunque «nunca se marca una sola casilla, desgraciadamente siempre hay varias causas», insiste el responsable de Menores. Una vez retirada la custodia a la familia, el proceso es largo. Los niños se trasladan a la casa de un familiar directo, un hogar o a un centro de acogida. Mientras, los padres deben demostrar que no volverán a incidir en una situación de desamparo para recuperarlos.

Por otro lado, los voluntarios que recibirán a los niños tutelados por la Junta, pasan por varios exámenes psicológicos y sociales a través de fundaciones como Márgenes y Vínculos, en el caso de Cádiz, que ponen el filtro y eligen los hogares más adecuados, para formar la bolsa de familias.

emartos@lavozdigital.es