RECUERDOS. Baker, con el látigo que utilizó Indiana en la película, en la plaza de Trebujena, donde vive. / FRANCIS JIMÉNEZ
RESPONSABLE DE LOS EFECTOS ESPECIALES DE 'EN BUSCA DEL ARCA PERDIDA'

John Baker: «Los ordenadores y los 'así se hizo' han matado la ilusión del cine»

«Harrison Ford pasó miedo corriendo delante de la bola», dice el creador de una de las escenas más famosas de la historia, que vivirá en Trebujena el estreno de la cuarta de la saga

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Cuando John Baker (Holtspur, Inglaterra, 1940) filmó la escena de una gran roca rodando por un túnel tras Harrison Ford, no se imaginaba que estaba haciendo historia del cine. Ahora sí. Horas antes de que se estrene Indiana Jones y el Reino de la calavera de cristal, el responsable de efectos especiales de En busca del arca perdida -y otras leyendas como El Imperio del sol, o las dos primeras entregas de La guerra de las galaxias- saca los recuerdos de la bolsa de plástico blanca. En ella guarda el látigo con el que Indy se colgó de los bajos de aquel camión en marcha. «Ahora te lo cuento». Se pide un cortado sin azúcar en el Litri de Trebujena.

Allí ya es El Yon o El Inglés -hijo adoptivo de la ciudad- y no sorprende su socarrón aspecto de Hemingway perdido en el tiempo y el espacio. En 1981 le dieron el Oscar. «De eso hace mucho, mucho tiempo...»

-¿Cuando filmaban En busca del arca perdida con Spielberg sabían que rodaban una leyenda?

-No, sólo sabíamos que era algo muy bueno. Pero a veces tienes esa sensación y al público no le gusta. Así son las cosas.

-¿Cuándo se dieron cuenta?

-El día del estreno supimos que iba a ser una película especial.

-¿Cuál de todos es su efecto especial preferido?

-Cuando Harrison Ford corre delante de la gran bola de piedra. La hicimos en un estudio en Inglaterra y la roca tenía que pesar al menos 300 kilos para que no rebotara. Así que había que controlarla. Le pusimos un eje y dos cables de acero con dos frenos hidráulicos para que no matase al actor. También me gusta la escena en la que Indiana se cuelga de debajo de un camión en marcha con su látigo.

-¿No teme que las explicaciones rompan un sueño de muchos?

-Realmente no me gusta la costumbre actual de hacer los making off (así se hizo) de las películas. ¿Ahora un niño de 8 años me dice cómo rodamos tal o cual escena! Los or-denadores y decir cómo se hizo matan la ilusión del cine. ¿Porqué hay que decir nada? ¿Los ilusionistas no cuentan cómo ha-cen sus trucos! Es magia y punto. O arte. Claro, que ahora el cine está controlado por los contables, no por los artistas.

-¿Y los efectos digitales?

-Realmente ampliamos tanto los efectos con los ordenadores que ya no son creíbles. Se exageran tanto las explosiones que nadie se cree que alguien pueda sobrevivir a ellas. Antes de lo digital todo era más creíble.

-En busca del arca perdida les habrá dejado un buen dinero...

-Oh, sí. Sin duda -ríe-.

-Dicen de Harrison Ford que es un tipo valiente.

-Sí. Valiente de verdad, pero pasó miedo corriendo delante de la bola -ríe-. Y eso que había un canal que no se veía en la pantalla en el que se podía tirar para que la piedra no le hiciese daño.

-¿Es cierto que Spielberg y Lucas son dos niños?

-Sí, puede ser. Spielberg es un hombre muy abierto. A las dos semanas se sabe los nombres de todos los del rodaje. Y es cercano. No pide un carpintero, sino que le pide al señor X que por favor le clave un clavo ahí. Lucas es más reservado.

-¿Cómo es rodar con Spielberg?

-Él sabe hasta dónde puede llegar cada uno y lo que le puede pedir. Recuerdo que en una escena de En busca del arca perdida hablaba Indiana con otro personaje y cuando decía una palabra yo tenía que darle a un botón y hacer saltar por los aires una torre de madera al fondo del plano. Lo hice, y me dijo que había sido demasiado tarde. Si teníamos que repetir ¿eran dos días de trabajo! Cuando vio los negativos me dijo que había sido demasiado tarde... Dos fotogramas tarde. ¿Y el celuloide corre a 24 fotogramas por segundo! Nos reímos mucho.

-¿Cuál es la historia del látigo?

-Pues con este látigo se colgó Indiana de los bajos del camión en marcha, deslizándose con la espalda. Para que sirviese a la escena, lleva por dentro un cable de acero que se ataba al camión y a un arnés del actor. Lo guardamos después del filme y yo lo tengo hace cuatro años después de encontrarlo en un cajón junto a otro igual que tiene Kit West.

-¿Sabe que cuesta una fortuna?

-Hace un tiempo a Kit le ofrecieron 15.000 euros por el suyo.

-Pero se lo queda.

-Nadie ha hablado conmigo aún, pero... No. No está en venta.

- ¿Cómo ve la película ahora?

-El otro día la echaron por la tele, pero no estaba en casa. Hace 15 años que no la veo porque perdí la cinta en una mudanza.

-¿No le da miedo que al verla haya cambiado la película o haya cambiado usted?

-El buen cine no cambia y las personas tampoco. Sólo somos 25 años más viejos.

-¿Ha visto el trailer de El reino de la calavera de cristal?

-Sí.

-¿Y bien?

-Me gusta. Indiana dice «Esto era más fácil hace 30 años». Me reí mucho. Tiene sentido del humor, como las demás. Será una buena película.

-¿Cuándo ha sido más Indiana?

-Nunca. Conozco mis limitaciones -ríe-.

-¿Su mayor aventura?

-Probablemente cuando me vine a vivir a Trebujena.