TRADICIÓN. Birrete, guantes, medalla y libro de ciencia son las insignias que reciben los doctores en su investidura. / M. GÓMEZ
CÁDIZ

Sales fija la calidad como el gran reto para la adaptación de las titulaciones a Europa

El rector, que inauguró el salón de grados de Salud, recordó que la ley de Grados supone la revisión de todos los estudios El acto solemne reúne a 36 de los 75 nuevos doctores

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El rector de la Universidad de Cádiz, Diego Sales, destacó ayer en el acto anual de investidura de nuevos doctores de la UCA el reto de la calidad que ha fijado el nuevo Decreto de Grados, que armoniza las carreras universitarias españolas con las que se imparten en el conjunto de países de la Unión Europeo. Sales advirtió que la normativa vela especialmente por «la certificación de la calidad de todas las enseñanzas que imparta cada universidad» y que en esta batalla «tendrán mucho que decir todos los alumnos que se atrevan a matricularse en un doctorado».

El rector cerró con su discurso un acto solemne que sirvió para inaugurar el salón de actos de la Facultad de Ciencias de la Salud y coincidió como cada año con la festividad de Santo Tomás de Aquino. Recibieron los atributos tradicionales -birretes, guantes, medalla y libro de la ciencia- 36 de los 75 nuevos doctores que han concluido sus tesis durante el curso pasado en la UCA.

Sales inició su alocución con referencias al Bicentenario de la Constitución de 2012, del que señaló que el compromiso de la Universidad es que sea «algo más que una efeméride». Para ello puso como ejemplo tres convenios específicos para la promoción del evento firmados antes de la ceremonia con el presidente del Consorcio del Bicentenario, Gaspar Zarrías, que además de asistir al acto pronunció una conferencia sobre el significado y las consecuencias del evento para la ciudad.

Tras esa introducción, el rector de la UCA interpeló directamente a los nuevos doctores, a los que pidió que no abandonen «un camino que acabáis de iniciar», el de la investigación, que definió como «difícil» y «una carrera de fondo» y en el que los resultados «no se obtienen de inmediato» ni las recompensas «amortiguan siempre el esfuerzo».

También recordó que la UCA cuenta en la actualidad con 168 grupos de investigación que demuestran «el vigor de la institución y su apuesta decidida» por la tarea investigadora, que debe necesariamente concretarse en un saber «útil» y que pueda transferirse a la sociedad. Respecto a la exigencia de calidad que marca el nuevo decreto de Grados, Sales advirtió de que cada conquista tendrá «fecha de caducidad si no se demuestra la materizalización de los objetivos que motivaron su propuesta, su defensa y su aprobación».

Por lo demás, la investidura mantuvo toda la solemnidad y el colorido de este tipo de actos, incluida la participación de la Coral Universitaria de la UCA que cerró con el tradicional Gaudeamus Igitur, el himno de los estudiantes. Entre los nuevos doctores que participaron, mayoría de médicos y científicos y algunos personajes muy conocidos en Cádiz, como el ex concejal Fernando Sicres (Derecho), el concejal en activo en San Fernando Manuel Prado (Medicina) o el director del Observatorio Turístico de la UCA, Antonio Arcas (Economía). El catedrático de Psiquiatría José Manuel González obtuvo su segundo doctorado (Historia) tras el de Medicina.

mabardera@lavozdigital.es