EX CADISTA. Cristian controla mientras Javi Guerra le presiona.
Cádiz C.F.

En caída libre

Un polémico penalti por mano de Gonzalo Vicente a tres minutos del final propicia la décima derrota del Cádiz en esta temporada Dani igualó el tanto inicial de Fagoaga, pero Luque no perdonó

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Era un partido para saltar y el batacazo fue sonado. Un escenario idóneo para mirar hacia arriba, pero las únicas estrellas vislumbradas llegaron tras un golpe que se antoja casi definitivo. Una guantá con la mano abierta, la de un Gonzalo Vicente más certero con las extremidades superiores que con las inferiores. Y es que con los pies...

El aficionado cadista es optimista, obstinado al máximo, pero los números son aún más tercos y refrendan la realidad futbolística de cada jornada. El Cádiz sufría ayer en Motril la décima derrota de la temporada, que le coloca más cerca del descenso (seis puntos) que del ascenso (ocho).

A estas alturas resulta impensable vaticinar un descenso amarillo, pero soñar hoy día con la elite es como pensar en esquiar en junio. No acompaña el clima, ni el ambiental ni el del vestuario. Ni tampoco el tiempo.

Más vale asentar los cimientos de cara a la próxima campaña y esperar a que algún día suene la flauta.

El equipo amarillo vuelve a morder el polvo en un encuentro en el que no mereció perder pero tampoco apostó por la victoria. Condicionado por las lesiones, Antonio Calderón ponía en práctica una pequeña revolución que guillotinaba una semana más la esperanza de De la Cuesta.

Revolución cadista

Ramón de Quintana suplía a Paz, y Miguel debía tomar el mando (esa era la intención) en la medular. Y es verdad eso de que el bloque no se resiente cuando sale uno y entra otro jugador. El Cádiz jugó una primera mitad casi tan mala como la del domingo anterior frente al Hércules.

El secreto consiste en salir adormilado en los minutos iniciales y dar toda clase de facilidades al rival. Técnicos y futbolistas conocen la afición de Tapia a la pizarra y su insistencia en las acciones de estrategia. Pero el primer córner lo rematan en las narices de la zaga obligando al lucimiento de Contreras. Y en el segundo, ya no hay perdón.

Luque bota a el saque de esquina raso y a la frontal y Fagoaga, libre de marca, envía el cuero a las mallas tras sortear decenas de piernas en el área.

El choque se ponía cuesta arriba. Este Cádiz no ha sido capaz aún de voltear un resultado adverso, y encajar uno tan temprano es entregar la cuchara. El tanto espoleaba a los amarillos pero la efervescencia duró escasos diez minutos, en los que el equipo amarillo daba cuenta de su ineficacia a balón parado.

Contreras volvía a salvar a los visitantes en un remate a bocajarro, y el Cádiz sólo se dejaba ver con una preciosa volea de Miguel que desviaba Jaime con una gran estirada.

En la segunda parte debía cambiar el panorama a mejor, pues a peor resultaba enormemente complicado. Calderón demuestra su desesperación ante la plantilla que tiene entre sus manos, y hacía debutar a un Natalio que lleva dos días en la Tacita.

El levantino aportaba velocidad arriba, y en el primer balón que tocaba besaba el duelo tras derribo del defensa granadino. Parri al fin afina su puntería, y Dani aprovecha el desconcierto de la defensa para cabecear a la red.

Igualada en la contienda y toda una vida por delante. El Cádiz de Natalio firma sus mejores minutos y Jaime bloca con apuros un disparo del delantero, que comparte con Dani la responsabilidad ofensiva.

El único lunar llega desde el flanco izquierdo, pues Gonzalo deja el gol en bandeja a Juanlu, que solo ante Contreras la manda fuera. Pero Dani parecía inspirado. Un disparo lejano y un cabezazo demuestran que está cerca del objetivo.

Desde el banquillo llegará Casas, el mejor refresco, especialista en estos finales Pero Tapia se guardaba un as bajo su bigote. El morenito Elvis volvía loco al lateral y equilibraba un duelo con claro color amarillo. Un centro suyo era interceptado por la mano ¿involuntaria? (sólo Gonzalo lo sabe) del charrúa, y el árbitro duda, pero pita. Penalti cuando todos apostaban por la equis. Luque no falla y envía al Cádiz de nuevo a la ciénaga, de donde tanto costó salir.

Natalio llegó tarde, al partido y al Cádiz, como Kosowski y Bangoura. Ha faltado puntualidad. Ahora no queda más remedio que correr contra el reloj.

jaguilera@lavozdigital.es