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La presión fiscal de los gaditanos es de las cinco más altas del país

CÁDIZ Actualizado: Guardar
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Esto es Cádiz y aquí hay que pagar. Vivir en la ciudad más antigua de Occidente es un lujo y, desde luego, los impuestos municipales están perfectamente en consonancia con la historia. ¿El nivel de vida? Bueno, esa es otra discusión. Lo que importa es que la ciudad gaditana está entre las cinco capitales de provincia española con sus impuestos municipales más caros. Esto es Cádiz y aquí se paga la casa como en Barcelona, el coche como en San Sebastián y la licencia de obras como en Madrid. Pero esto es Cádiz y aquí no hay tanto dinero.

El Ayuntamiento de Madrid publicó recientemente su Ránking Tributario 2007, que recoge la cesta de impuestos que cobran las capitales de provincia españolas. Un año más, Cádiz no sale muy bien parada y ahora tiene el dudoso honor de ser la única ciudad de las analizadas que cobra el máximo permitido por la ley en tres de los cinco tributos municipales.

Se trata del Impuesto de Bienes Inmuebles, del Impuesto de Construcciones, Instalaciones y Obras y del Impuesto sobre el Incremento del Valor de los Terrenos (la plusvalía en la venta del suelo). Tampoco está mal colocada la capital gaditana (se entiende que para mal) en los otros dos tributos locales: en el de Vehículos de Tracción Mecánica cobra ya al 88,42% de su capacidad (el Gobierno central pone ciertos límites dependiendo de las características de cada población), cuando la media nacional es del 67,17% de agotamiento de este recurso.

A su vez, y aunque no haya demasiados casos porque sólo se aplica a las empresas con beneficios superiores al millón de euros anuales, el Impuesto de Actividades Económicas está al 76,04% de su recorrido, mientras que el promedio nacional es de apenas un 40,69%. Este intervalo se traduce en que Cádiz es la segunda capital de provincia más cara para las empresas, sólo por detrás de Almería, que es quien lidera esta lista de dudoso honor.

Ejemplo gráfico

Pero todo esto no son más que porcentajes. Si se pasa a la práctica y, por ejemplo, se posse una vivienda con un valor catastral medio, un coche de menos de 12 caballos fiscales, se hace una obra en la cocina de 600 euros y, lógicamente, se paga religiosamente la tasa de basura, Cádiz resulta la quinta ciudad más costosa para vivir de todo el territorio nacional. Por encima de ella, sólo estarían

Eso sí, los cuatro municipios por delante de Cádiz sólo la adelantan a la hora de cobrar por la recogida de basura, ya que es en esta tasa (sobre la que existen menos corsés legales que sobre los impuestos) donde cargan más las tintas, sobre todo, al distinguir entre zonas privilegiadas de zonas normales (la tarifa puede duplicarse en las primeras).

¿Y qué dice el Gobierno local a este cúmulo de datos? Desde luego, no lo achaca a intereses partidistas porque el que deja tan mal al Ayuntamiento gaditano es un Consistorio gobernado por el mismo partido matriz.

No, el teniente de alcalde de Hacienda y Patrimonio, José Blas Fernández, prefiere recordar ciertas evidencias históricas. La primera, la falta de suelo. Cádiz no puede crecer más y, por lo tanto, no hay nuevos hogares a los que aplicarles el IBI o cualquier otro impuesto. Es más, en la capital sólo existe una vivienda a la que se cobra el denominado IBI rural (la finca del Molino del Río Arillo, por si se buscaban una granja en el centro) frente a los miles y miles de contribuyentes por este concepto que hay en Chiclana, Jerez, Puerto Real o casi todo el litoral. «Qué más quisiéramos poder crecer más».

La culpa inexistente

De todos modos, el concejal del PP insiste en que el actual equipo de gobierno se ha dedicado a congelar (eufemismo que los políticos adoptan para explicar un aumento sobre una tarifa similar al de la inflación) los impuestos desde que el PSOE decretara en 1995 el calificado como «catastrazo», que fue el origen de los lodos actuales en materia fiscal.

Como no puede ser de otra manera, el PSOE no lo ve así. El PSOE considera que eso que el PP llama «congelar» siempre esconde incrementos por encima del IPC real y que «eso supone que año tras años los gaditanos pierdan poder adquisitivo y paguen sus impuestos más altos que madrileños o vitorianos cuando su nivel de vida es mucho menor», señala el portavoz socialista en el Consistorio, Rafael Román.

Respecto a la falta de suelo, Román ya no la acepta como excusa porque «el Gobierno central ya compensa cada año esa carencia con una partida especial», con lo que elevar la tarifa del IBI es como cobrar dos veces por lo mismo.