ILUSIÓN. La familia salesiana, junto a la corporación municipal, llenó ayer la Catedral para asistir a la ceremonia de coronación de María Auxiliadora. / NURIA REINA
CÁDIZ

María Auxiliadora Coronada tras un siglo de devociones salesianas

El obispo de la Diócesis coronó canónicamente a la Virgen en la Catedral en el año del centenario de la fundación de la Asociación de Devotos Un amplio cortejo acompañó a la imagen en su regreso al colegio Salesianos

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Cien años de devoción. Más de un siglo de familia salesiana en Cádiz que ayer celebró su gran día. María Auxiliadora fue coronada canónicamente por el obispo de la Diócesis de Cádiz y Ceuta, monseñor Antonio Ceballos Atienza. Cuando las agujas del reloj habían pasado diez minutos de la una de la tarde, el prelado subió por las escaleras del altar de besamanos de María Santísima de las Penas (la Dolorosa de la Archicofradía de La Palma), e imponía sobre la sien del Niño, primero, y en la cabeza de la Virgen, después, las coronas sobredoradas que la subían a los cielos como Reina.

Una hora antes se iniciaba el Pontifical de coronación con la procesión claustral en la Catedral de Cádiz. La bandera de la Asociación de Devotos de María Auxiliadora, portado por el capataz del paso, Joaquín Cortés, abría el cortejo, seguido del grupo de acólitos de la Cofradía de Piedad, diáconos y seminaristas. Tras ellos una niña portaba la corona del Niño escoltada por otras dos alumnas del colegio salesiano. Detrás, un joven portaba la corona de la Virgen, acompañado por otros dos compañeros, en representación de los padrinos de coronación.

Numerosos sacerdotes, la comunidad salesiana y los canónicos de la Catedral -entre los que se encontraba el deán, el padre Enrique Arroyo- continuaban la procesión que cerraba el obispo, revestido con una casulla de guitarra, mientras que el coro Medea interpretaba el himno de María Auxiliadora, Rendido a tus plantas.

Tras la salutación del Provincial Salesiano, José Miguel Núñez, donde habló de la devoción de la familia salesiana a María Auxiliadora y la figura de Don Bosco, leyó el decreto de coronación canónica aprobado por el obispo el pasado 15 de octubre.

El obispo, durante la homilía, aseguró que era «un motivo de alegría de acción de gracias el poder estar con vosotros, en este día inolvidable de la celebración del primer centenario de la presencia de María Auxiliadora en Cádiz y de la coronación canónica de María Auxiliadora».

«Durante estos días, una nota de alegría y auténtica devoción a María Auxiliadora ha salpicado nuestras calles y plazas. Toda esta corriente de vida y alegría mana como de su fuente la Asociación de Devotos de María Auxiliadora», añadió el monseñor Antonio Ceballos, que también quiso recordar que la presencia de esta advocación de María en Extramuros y en la iglesia de San Pablo».

El obispo recordó palabras de Don Bosco en las que aseguraba que «donde se propagase la devoción a María Auxiliadora, llegará la alegría». «Hoy eres aclamada como Reina, por estos hijos tuyos, que sienten en sus vidas tu amorosa intercesión. Y hoy, como signo de filial devoción, nosotros te colocamos en la cabeza de tu imagen la corona de esperanza, de amor y de fe», añadió.

Monseñor Antonio Ceballos finalizó la homilía haciendo un llamamiento a la transmisión de la fe desde la familia y en la familia, a trabajar por la civilización del amor, «como ha invitado el papa Benedicto XVI», e invitó a vivir «alegres en la esperanza».

Coronación

Tras la homilía y la renovación de la fe, se inició el ritual de coronación. Los padrinos tomaron la corona que estaba a los pies del altar a la Virgen y la acercaron al obispo para su bendición. El director del colegio Salesiano-San Ignacio, Juan Carlos Pérez Godoy, retiró la corona de flores a la Virgen que se impuso el pasado 7 de noviembre. A continuación, el prelado de la Diócesis de Cádiz subió a las escaleras del altar y espero que el director del colegio le entregase las coronas. Primero, la del Niño. Después, la de la Virgen: María Auxiliadora había sido coronada.

En ese momento el silencio se rompió con un fuerte aplauso de las cientos de personas que se dieron cita ayer en la Catedral para participar en el Pontifical. El himno de coronación fue interpretado por Medea y cantado por los devotos a la Virgen. La ceremonia finalizó a las 14 horas con el canto de la salve.

De vuelta a Extramuros

A las cinco de la tarde María Auxiliadora emprendía su regreso a su iglesia. El cortejo, muy amplio, salió de la Catedral por la puerta de Arquitecto Acero. Representación de las hermandades y cofradías gaditanas, la Hermandad del Rosario de Burguillos y la hermandad salesiana de Pozoblanco, representación de la asociaciones salesianas (Movimiento hogares Don Bosco, Asociación de Antiguos Alumnos y Alumnas, entre otras), y Asociaciones de Devotos de María Auxiliadora de otros municipios. Las hermandades de San José (El Rocío, la Divina Pastora y El Despojado). Juan Antonio Guerrero, Jesús Tey y Antonio Castillo -en la presidencia-, formaban parte de la representación municipal. Además, la comunidad salesiana de Cádiz, acompañada por el pregonero, el padre Marco Antonio Huelga.

A las 17.20 horas, la imagen de la Virgen salía de la Catedral. Portada por los hermanos cargadores, el paso estaba exornado con gladiolos blancos y rosas rosas. Además, la Virgen lucía el rosario regalado por el Consejo de Hermandades y la pulsera de la Hermandad del Rocío. El Niño, el Rosario de la Cofradía del Nazareno.

Mientras sonaba la marcha Auxilium Christianorum, interpretada por la banda de música Julián Cerdán de Sanlúcar, el paso bajaba por la cuesta de la calle Arquitecto Acero para llegar a la plaza de la Catedral al son de Coronación de la Macarena. A las puertas de Santiago fue reciba por la Cofradía de Piedad. A su paso por la calle Pelota, cientos de pétalos de flores comenzaron a llover desde los balcones al paso de María Auxiliadora.

A las 19 horas el paso de María Auxiliadora pasaba a ruedas bajo el dintel de la iglesia de Santo Domingo, donde visitó a la Patrona, que lucia, además del bastón de Regidora Perpetua, la medalla de María Auxiliadora. El prior del convento, el padre Pascual Saturio dio la bienvenida a la Señora, lanzado vivas a María Auxiliadora y a la Patrona de la ciudad. A continuación la Archicofradía del Rosario hizo entrega a la Asociación de Devotos de María Auxiliadora un rosario.

A las 19.20 la procesión continuaba con la marcha Rendido a tus plantas por la calle Santo Do-mingo, Teniente Andújar y la plaza de la Constitución para llegar a Extramuros.

Una hora y media después, la procesión ya avanzaba por la calle Acacias, recorriendo a las 21 horas la calle García de Sola, donde fue recibida con otra petalada. María Auxiliadora realizó una última visita a la parroquia de San José, paró ante su monumento y entró en su calle con la marcha Pasan los campanilleros a la última hora del día de coronación canónica.

mhuguet@lavozdigital.es