TALENTO. Laura en la Facultad de Filosofía y Letras. / ROMÁN RÍOS
LAURA TRIVIÑO CABRERA LICENCIADA EN HUMANIDADES Y MÚSICA

«La carrera de Humanidades está muy infravalorada»

A sus 23 años, esta joven gaditana ha obtenido el Primer Premio Nacional de la Licenciatura en Humanidades

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Hace apenas una semana Laura Triviño Cabrera recibió una carta del Ministerio de Educación en la que se le comunicaba que había obtenido el Primer Premio Nacional de la Licenciatura en Humanidades. La noticia, además de engrosar su enriquecedor expediente académico -tiene el título profesional de música y habla varios idiomas-, le cambió la vida porque ahora es mirada con admiración por los pasillos de la Facultad de Filosofía y Letras, donde actualmente estudia.

-¿Por qué decidió estudiar la carrera de Humanidades?

-Fue algo casual. Un día llegó mi madre con el plan de estudios de la Licenciatura en Humanidades y no tuve dudas. Lo que más me gusta es que aborda todas y cada una de las facetas del ser humano, lo cual te permite ver a las personas desde el punto de vista literario, filosófico, histórico y psicológico. Nosotros, los humanistas, vamos más allá de la Historia. Yo soy una apasionada de Ortega y Gasset en su defensa de las humanidades.

-¿Cuáles son sus objetivos ahora?

-La carrera de Humanidades es relativamente nueva y está infravalorada. Espero que este premio sirva para darle a esta carrera el valor que se merece y que los jóvenes que empiezan a estudiar se den cuenta que ser humanista ofrece alternativas. Con el premio asumo el papel de abanderada de esta causa. Yo lo tuve algo más difícil cuando comencé porque hasta los mismos profesores no entendían cómo una estudiante con tan brillantes notas cursaba esta carrera, tuve incluso que soportar malas caras en varias ocasiones. Yo me considero humanista y estoy orgullosa de ello.

-¿Qué otros estudios sigue?

-Desde el año pasado estoy estudiando la carrera de Filosofía e investigando en la tesina para el doctorado que versará sobre las pintoras gaditanas, contempladas desde el punto de vista filosófico y artístico. Por si fuese poco, soy delegada del centro de la facultad de Filosofía y Letras desde hace dos años.

-¿Con tantas actividades no le quedará tiempo para el ocio?

-Sí (sonríe), me faltan horas, pero ya estoy acostumbrada. La carrera de Humanidades la estuve compaginando durante cuatro años con el conservatorio de música. Por las mañanas iba a la facultad y por las tardes me dedicaba a tocar el piano y componer. Es algo que me supuso mucho esfuerzo y disciplina. Lo curioso es que el conservatorio me resultó mucho más difícil que la carrera, puesto que tenía que pasar horas componiendo, fue todo un reto para mí.

-¿Hace cuánto tiempo que se dedica a la música?

-Comencé a tocar el piano, como vocación, cuando tenía sólo 12 años. Ahora no tengo tiempo ni de tocar el piano de pared que tengo en mi casa.

-¿En qué consiste el premio y a quién se lo dedica?

-Es una dotación económica de tres mil euros cuyo acto de entrega, según tengo entendido, se llevará a cabo en Madrid por parte de la ministra de Educación. Estoy a la espera de la llamada y muy pendiente del teléfono. Gran parte de este premio es también de mi madre, pues ella fue la que me supo guiar en la elección cuando estaba en segundo de bachillerato de Humanidades en el IES Rafael Alberti. Yo estaba hecha un auténtico lío porque me gustaban muchas disciplinas como la política, la filosofía y el arte. El Plan de estudios de la Licenciatura en Humanidades que me enseñó me disipó todas las dudas. Yo soy humanista no sólo por la formación académica sino también por los valores que me inculcó mi madre como la tenacidad, la bondad y la sabiduría.

-¿Cuenta con algún otro galardón?

-El Ateneo Literario de Cádiz me concedió hace algunos años un premio que valoraba mi expediente académico y el Ministerio de Educación también me ha concedido una beca durante cuatro años para doctorarme en Humanidades.

jmvillasante@lavozdigital.es