AL LÍMITE. Parri conduce un balón por la banda mientras Nano le presiona. / ANTONIO VÁZQUEZ
Cádiz C.F.

Víctima de una negligencia

Líbero Parri denuncia que está «pagando las consecuencias» de una mala recuperación de una pubalgia a manos de los médicos del Albacete, club que lo vendió al Cádiz

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Este domingo Líbero Parri volverá a la que ha sido su casa durante cuatro años. Pero no llegará en su mejor momento, puesto que él mismo admite que no está bien y por ello vaticina que, sólo con fortuna, jugará algunos minutos.

En La Mancha confiesa que ha dejado amigos «con los que he pasado momentos bonitos», dice. Pero en cambio, hay otras amistades dentro del club que si las conserva, seguro que no guardará tan gratos recuerdos. Se trata del cuadro médico del Albacete, con su preparador físico al frente. Unos galenos que en su último trabajo que desempeñaron con él no actuaron de la mejor forma. De eso precisamente se quejó ayer Parri para explicar el porqué no se está viendo al jugador desequilibrante que Baldasano y su adlátares vendieron con su fichaje.

«Sé que no estoy bien», aseguró con sinceridad. Ante esta declaración, no pasó mucho para indagar y buscar con preguntas el raíz del problema. «Todavía me falta nivel. No estoy bien físicamente y eso conlleva que no esté bien en el plano futbolístico», dijo.

No tardó en arrojar luz sobre sus eternas dolencias en el pubis, lugar donde fue operado al final de la temporada pasada tras estar jugando seis meses al límite. «Todo viene de un error que fue hacer la pretemporada sin estar debidamente recuperado», denunció el valenciano. Y claro, ahora «estoy pagando las consecuencias», se quejó. En esta línea, Parri recuerda que una vez pasadas las vacaciones se incorporó a trabajar directamente «con el resto de mis compañeros» sin pasar de antemano por la mano de los fisios. «Yo no sabía que hacer ni que era lo mejor para mí. Me limité a hacer lo que me decían los médicos», cuenta con la sensación de haber sido víctima de una negligencia médica como jugador del Albacete, club que lo vendió al Cádiz por 800.000 euros en un momento de carestía económica en el seno del club manchego.

Una vez enfocado el problema, Lorenzo Buenaventura no ha tardado en ponerse manos a la obra para recuperar al cien por cien a un jugador que marcó 8 goles la temporada pasada. «Llevo tiempo haciendo un plan especial con Loren para fortalecer la zona donde me operaron y me ha dicho que en dos o tres semanas puedo estar a tope», dice esperanzado.

Y es que cuanto menos resulta chocante la situación de Parri, un futbolista que fue titular con García Remón y que apenas ha aparecido en los partes de lesionados que semanalmente da a conocer el médico del Cádiz. Es curioso que sin causar baja de forma oficial, sea en la jornada undécima cuando se destape que no está plenamente recuperado de una lesión anterior a su fichaje.

Cuando Parri llegó al Cádiz tras un largo culebrón para cerrar su traspaso, muchos pensaban que el medio centro llegaba al cien por cien dado que realizó la pretemporada con el Albacete, equipo con el que incluso jugó un par de partidos ligueros. Pero nada más lejos de la realidad. Parri comenzó la pretemporada con molestias, jugó en Liga renqueante y terminó de empeorar bajo las alineaciones de García Remón.

Durante la pretemporada en Albacete, Parri daba cuenta a los doctores del club manchego que seguía con molestias a causa de la pubalgia pero, por lo que el jugador ha comentado a los fisios del Cádiz, no se le daban mayor importancia a sus quejas dado que acababa de ser operado. Pese a las promesas de que se le iría pasando los dolores, éstos no cesaron. Y con él se los trajo a Cádiz.

Causa de un error

De la misma opinión es el preparador físico del Cádiz, Lorenzo Buenaventura, quien asegura que tras una operación de pubis como la que tuvo el jugador a finales del mes de junio, «mucha gente se piensa que con el reposo de las vacaciones ya es suficiente y no es así». «Muchos jugadores que tienen problemas de pubis deciden operarse a finales de temporada para perderse menos partidos pero luego tienen que trabajar la zona antes de volver a la competición», señala el profe. Y eso no se hizo con Parri.

De entrada, antes de operarse de pubalgia, el medio centro encadenó seis meses de competición en donde forzó demasiado produciéndose una descompensación importante de los músculos de los que en buena parte depende el buen funcionamiento del pubis. «Este desgaste -según explica Buenaventura- motivó una alteración de los grupos musculares (abductores, recto interno del muslo, oblicuos y recto del abdomen...) que han propiciado un desequilibrio en el cinturón pélvico y que hace que le duela al golpear el balón, al esprintar...».

Fue paulatinamente cuando Buenaventura fue advirtiendo que el jugador no estaba fino. En conversaciones con él, Parri le comentaba que, pese a la operación, venía sufriendo molestias desde la pretemporada. Efectivamente, el preparador cadista lo examinó y comprobó que sufría una «alteración importante» en los músculos que influyen en el rendimiento de la zona. «Lo empiezas a ver y compruebas el porqué ha llegado tan atrasado en la fuerza».

A marchas forzadas, Buenaventura prepara un plan especial para recuperar al jugador. «Se trata de ejercicios de fuerza, intensidad y compensación muscular para fortalecer la zona» tales como abdominales y sesiones interminables de estiramientos antes de comenzar a entrenar con el grupo. La intensidad también es clave en las sesiones de recuperación. «De momento, dada sus circunstancias, no ha podido hacer trabajos de intensidad», comenta el profe.

Según el preparador cadista, Líbero Parri «se encuentra mucho mejor aunque si bien le queda algunas semanas para recuperar su forma física».