
«El humor se considera en España serie B»
Tras triunfar en la televisión por su papel de un 'maca' maquinero con El Neng, el actor se introduce en la piel de Mortadelo e interpreta a un 'negro' literario
Actualizado: GuardarEdu Soto debe mucho a El Neng. El personaje que interpretó en el programa de Buenafuente, tan rabiosamente popular, le ha valido disfrazarse de Mortadelo en cine para la nueva entrega sobre el eterno cómic que se estrenará en enero. Pero a sus 29 años, este actor barcelonés lucha por salir de ese arma de doble filo que representa alcanzar el éxito con un papel cómico. El actual presentador del concurso de TVE-1 que busca humoristas, El rey de la comedia, quiere variar y ha demostrado que puede cambiar de registro con otra película a punto de estreno, Luna en botella, dirigida por el cortometrajista Grojo.
-Resulta raro no verle esta temporada con Buenafuente en su programa de La Sexta...
-Yo lo he vivido como irme fuera de casa, me recuerda a cuando dejé de vivir con mis padres. Ha sido una decisión difícil porque es un gustazo trabajar al lado de Buenafuente, pero me hago mayor y ahora comparto piso. ¿Volar? Más que volar estoy en un momento de cambio. Cuando llevas mucho tiempo en un sitio hay que variar, es un síntoma de aprendizaje.
-¿Llegó a hartarse de El Neng ?
-No. Me divertí mucho y me ha dado a conocer. El Neng es una anécdota dentro de los personajes que hicimos en el programa, pero aquel personaje tuvo especial gancho. Por eso me fui y empecé una nueva etapa.
El nuevo Mortadelo
-Gracias a él es Mortadelo...
-Sí. Fue una experiencia agotadora, con tres meses de rodaje. El cine es otra puerta que se está abriendo y que me interesa mucho. El 16 de noviembre se estrena Luna en botella, una película en la que no hago el tonto. La película gira en torno a un escritor, un negro que escribe para consagrados. Ahí se me ve con otro papel bien distinto.
-¿Cómo se ve usted dentro de unos años?
-Yo quiero que la vida me sorprenda. Lo bonito es hacer muchas cosas. Nos tenemos que dejar llevar y ahora he encontrado diferentes sitios donde expresarme.
-Para hacer El rey de la comedia se ha rastreado España en busca de cómicos. ¿Ha visto mucho talento entre gente desconocida?
-Creo que sí. El humor se considera en España serie B. Jamás van a dar un Goya a un humorista o un actor cómico; resulta difícil demostrar que eres un buen actor y encontrar el reconocimiento. Javier Cámara es un ejemplo. Era un pedazo de actor en 7 vidas, pero hasta que no hizo la película con Almodóvar la gente no le consideró. Es injusto para él y para todos, porque hacer reír es muy difícil. Además, no hay escuela para que se dé a la comedia la importancia que tiene. Hay días que no te apetece hacer ninguna gracia y tienes que provocar la risa.
-En su opinión, ¿qué condiciones tiene que tener un buen cómico?
-El ritmo es algo innato a la comedia. Y hay que tener mucho cerebro. Los buenos humoristas suelen ser gente muy inteligente. No lo digo por mí, que tardé en sacarme el BUP y el COU, pero los humoristas tienen que estar pendientes de muchas cosas, de no herir la sensibilidad de nadie, pero a la vez ser trasgresor, y dar un giro si ves que el público no se ríe. Es como una matemática un poco compleja.
-¿Hay buenos humoristas en España?
-Sí, pero hace falta arriesgar más. En España no queremos inventar nada, todo lo compramos y hace falta hacer cosas más nuestras. Faemino y Cansado dieron en su día un salto, pero, salvo excepciones, nos quedamos en el ji ji, ja ja. Hace falta espíritu cañero.
-¿Cree que los españoles nos reímos?
-Si. El clima, el sol, las terracitas...España es un país de actividad social y de calle. La gente se lo pasa bien, por eso atraemos a tantos turistas.
«Andalucía es la NBA»
-¿Qué diferencia cree que hay entre el humor catalán y el andaluz?
-Hay matices. En el campo del humor, la NBA es Andalucía, pero los catalanes también tenemos nuestra gracia. Aquí hay mucha mezcla y mucho charnego. En cada sitio el humor es distinto, incluso entre diferentes círculos sociales. Pero yo confío plenamente en el humor universal.
-¿No se llegará a encasillar en el humor?
-Suele pasar que siempre te llamen para lo mismo, pero a mí no porque soy muy cabezón. He estado currando mucho tiempo con el propósito de hacer un poco de todo y no me gustaría que sólo me llamasen para hacer reír a la gente.