Opinion

La «espera» en logopedia

Espera es un pueblo de la provincia de Cádiz, al que hay que ir porque no se pasa por él; Espera, sala de espera, donde se aguarda algo o a alguien, un vuelo, un tren, un autobús, un/a profesional, etc. «el que espera desespera» dice el refrán... la espera siempre trae un ejercicio de paciencia, hasta son comprensibles esas esperas... «espero un hijo» dice la mujer embarazada o su compañero, pero lo dice con alegría... igual que se dice cuando se espera a un familiar, que hace tiempo que no se ve en la estación o en el aeropuerto.

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Pero si la palabra «espera» la antecedemos con el otro vocablo «lista de espera»... ello ya de por sí es descorazonador, impaciente, preocupante, motivo de dudas, cuitas, de malos pensamientos, de ponerse en lo peor... incluso llega a ser indignante, como es el caso de los abajo firmantes, porque tú sabes, eres consciente que el tiempo corre en tu contra, que aquello que te aqueja, que no te deja vivir con normalidad; con el paso del tiempo, con la espera, no mejora, todo lo contrario, va a peor, lo que empezó siendo una patología se convierte en una enfermedad, que incluso, ya empieza a afectar tu ánimo, a las relaciones con los demás. Los firmantes hemos estado en la lista de espera para logopedia, hemos sufrido es «maldita espera», mermadas o mermados en esa herramienta que la mayoría tenemos que usar en nuestro trabajo o labor social, además de ser, como para todo ser humano, instrumento de relaciones y convivencia. Pero, además de todo ello, cuando se empieza la rehabilitación tenemos que desplazarnos al único hospital, el Puerta del Mar de Cádiz, que tiene el servicio de logopedia, con dos logopedas para toda la provincia», lo que «explica» la situación que describimos. De Cádiz sólo hay una persona, los demás, de Conil, Sanlúcar de Barrameda, Jerez, Chiclana, San Fernando y Puerto Real hemos de trasladarnos a Cádiz, con los consiguientes gastos de tiempo, dinero... con estar pidiendo favores a familiares o amigos/as para que nos trasladen. Ahora que cada vez se habla más del acercamiento de la medicina al ciudadano, del profesional al paciente, que debe haber un/a logopeda por hospital, incluso por centro de salud, es insostenible e impresentable esta situación. Nuestras voces son deficitarias, pero nuestra pluma u ordenador y nuestra rabia nos suple para denunciar lo que ocurre.

Juan Manuel García Candón, Inmaculada Castro Herrera, Francisco Suárez Caro, Carmen García Márquez, Mercedes Periñán Aragón, Yolanda Romero Pérez, Mª del Carmen Pozo González y Paqui Galindo Gallardo