Las meriendas no llegan este curso a los niños gaditanos en riesgo de exclusión

El servicio de comedor escolar que prestan los centros de Cádiz funciona a pleno rendimiento desde el pasado 11 de septiembre, apenas un día después de que los pequeños volvieran a las aulas. Los menús ya están diseñados y los almuerzos llegan puntuales para poner cada día en la mesa cientos de platos para todos aquellos que tienen aprobado el servicio. Sin embargo, a día de hoy no hay noticia de las bolsas de merienda para aquellos menores que se encuentran en riesgo de exclusión social.

Se trata del plan que garantiza las tres comidas al día, el llamado Programa de Solidaridad y Garantía Alimentaria (SIGA) que ha continuado durante el verano en los centros públicos y que la consejera de Educación de la Junta, Adelaida de la Calle, prometió mantener de forma ininterrumpida desde el comienzo de las clases.

Pero dos cursos no han sido suficientes para articular el sistema y los colegios se encuentran en la misma situación que el año pasado. Hay retrasos en unos, llegan cantidades insuficientes a otros y nadie tiene idea sobre la fecha en la que se solucionará la incidencia. Ya el curso pasado hubo casos en los que no se recibieron hasta pasada la Navidad y los centros no descartan que vuelva a pasar lo mismo.

Esa merienda consiste en una bolsa con una pieza de fruta, algo de fiambre y galletas. Se sirve aparte del almuerzo y lo facilitan los mismos catering que llevan cada día los menús a los comedores o las cocinas de los propios colegios.

Son precisamente estas últimas las únicas que las ofrecen puntualmente a sus alumnos, trasladando el problema solo a las empresas externas. No es una cuestión única de Cádiz. El problema parece generalizado y las críticas arrecian en cada provincia andaluza. Especialmente porque la titular de Ecuación ha recalcado en varias ocasiones que el programa SIGA arrancaría con el inicio del curso. Pero dos semanas después aún no hay una previsión sobre cuándo volverá a estar a pleno rendimiento.

El panorama resulta especialmente llamativo en la capital gaditana, después de la lucha del colectivo Amigas al Sur por poner en marcha su comedor social este pasado verano para aquellos menores que no tenían posibilidad de entrar en los programas de la Junta. Varios de los centros con mayor número de beneficiarios de este plan admitían no haber recibido ni una sola de esas bolsas.

Las versiones eran parecidas: «Aún no está operativo, ahora hay que acoplar a los nuevos solicitantes». Sólo el colegio Andalucía dijo no tener incidencia alguna con este servicio. En el Gadir, en la barriada de La Paz y el Santa Teresa, situado junto a la Caleta, señalaron que aún sigue abierto el plazo para presentar nuevas solicitudes y consideraron que «los trámites se inician muy tarde, por eso no da tiempo a que el SIGA arranque con el curso escolar y con los comedores».

Un trimestre en blanco

Tampoco han llegado al San Rafael, que recibe a escolares de los barrios del Mentidero, el Balón y de la Viña. En este centro están a la espera de que se termine el procedimiento. «Las bolsas de merienda suelen llegar pasado el primer trimestre. Antes no porque hay que realizar todo el trámite burocrático, que incluye informes de los Asuntos Sociales», fue la explicación que ofrecieron también desde el Colegio Campo del Sur.

Fuentes de la Delegación del Gobierno de la Junta en Cádiz admitieron que existe tal retraso y lo atribuyeron a un «problema administrativo». Según explicaron, el atasco «se ha dado en los centros que tienen un catering externo, mientras que los que tienen cocina propia han seguido con el plan con normalidad» desde el inicio de curso. Se da la circunstancia de que en la provincia son mayoría los que tienen comedor sin cocina, con lo que la proporción de escolares en riesgo de exclusión que esperan su meriendas es más grande que en otros territorios.

Sobre el problema administrativo, señalaron que se trata de una «actualización del listado» que es necesario trasladar a estas empresas concesionarias. Las fuentes consultadas sí quisieron insistir en que «el servicio está garantizado para este curso» y contará con una ampliación de la partida presupuestaria al entender que puede haber más pequeños beneficiarios. También mostraron su pesar por las molestias que esta incidencia está provocando y aseguraron que la solución llegará «en breve», con lo que esperan que en octubre se quede totalmente resuelto.