Los arrepentidos infieles 3.0

Nombre, correo, ciudad, teléfono, tarjeta de crédito, preferencias y gustos sexuales. Toda esa íntima información aireada a los cuatro vientos, navegando en la red sin control en un archivo de unos 10 gigas. Ese fue el duro precio que han pagado 24.638 gaditanos de la provincia por su intentona de ser infieles en la hackeada web de Ashley Madison. Ahora, todos esos afectados se enfrentan a una dura realidad, tanto personal como legal que deberán resolver. Pero, paralelamente, sus perfiles siguen activos en una web que se publicita con un clarificador eslogan: «La vida es corta, ten una aventura». Para solventar al menos ese inconveniente, unos 18 gaditanos ya han solicitado ser dados de baja en la web para infieles.

Lo han hecho acogiéndose a la desinteresada oferta de una empresa española, Eliminalia, que solidarizada con el ciberataque ha decidido atender gratuitamente estas solicitudes. Y la cifra crecerá en la provincia en los próximos días. Según explica el presidente de Eliminalia, en los próximos días de esta semana «las previsiones son que las solicitudes se eleven a unas 52 personas en la provincia».

El principal problema al que se enfrentan todos los usuarios de Ashley Madison es que la web cobra por dar de baja los perfiles de usuarios. Precisamente, ese fue uno de los motivos que llevó a los piratas informáticos ‘The Impact Team’ el pasado mes de julio a realizar el ataque a la web. Sin embargo, en Eliminalia poseen sus propios sistemas para hacerlo sin ningún tipo de coste. «Somos los únicos que hemos decidido aportar nuestro granito de arena con este hackeo», explica Sánchez.

El presidente reconoce que la web canadiense Avid Life Media no apostó por unos estándares altos de seguridad. Eso llevó a que fuera víctima de un ataque que el presidente de Eliminalia tacha de «ciberterrorismo». En este sentido, recordó que «Internet debe ser libre pero también seguro». Por eso, se ha decidido a ayudar a los afectados a los que considera «personas, no usuarios». Junto con los más de 50 gaditanos, ha recibido centenares de solicitudes de España y de países extranjeros como Colombia y, en un futuro, de Italia. Sánchez no defiende a los infieles, pero sí al derecho al olvido de internet. Precisamente, ese derecho es uno de los pilares esenciales en los que se apoya su empresa creada en 2013 y especializada en hacer desaparecer todo rastro en la red de la persona que lo desee.

Afectados en toda la provincia

Aunque el hackeo se produjo en julio, los datos de los afectados en la provincia no se han conocido hasta finales de agosto, cuando otra empresa española Tecnilógica decidió hacer un mapa cartográfico en el que se ubicaba el origen de cada uno de los usuarios ‘cazados’. Tal y como adelantó el mapa Malfideco, solo en Cádiz capital son 3.326 los usuarios descubiertos. De ellos, el 91,85% son hombres. Eso sitúa a la ciudad por encima de la media mundial calculada en Malfideleco en un 85% de perfiles de hombres, frente al 15% de mujeres.

En la provincia, destacan los datos de Jerez con 3.981 usuarios registrados, una cifra mayor que la de la propia capital. Le sigue Algeciras (2.604 usuarios), El Puerto (2.209), San Fernando (2.084 personas), La Línea (1.429 afectados), Chiclana (1.425 personas), Sanlúcar (874) o Puerto Real (636). En el mapa creado por Tecnilógica (eso sí, desposeído de cualquier información confidencial) aparecen 39 localidades de la provincia. Eso incluye a diversos pueblos pequeños como Benalup (18 usuarios), El Gastor (14) o Villamartín (172). En la cola, está Algar con 11 afectados.

Todas estas localidades suman los 24.638 usuarios. Sin embargo, tal y como dejó claro Tecnilógica, podrían ser más ya que el gráfico excluye los datos de aquellas poblaciones en las que hubiera menos de 10 afectados para evitar que puedan ser localizados o señalados por sus vecinos.

A todos ellos, Eliminalia ofrece un servicio altruista que, dado el volumen de peticiones, «tarda unos tres o cuatro días» en ser efectivo. Todo sea por el arrepentimiento ante un intento de infidelidad que no salió nada bien.