Recorrido por las localizaciones de rodajes de cine más famosas de Cádiz

'Muere otro día'

Serán plata quieta, bañarán la costa más trimilenaria y ancestral de Europa, pero las aguas de La Caleta nunca volverán a ser las mismas después de aquel baño. En pleno abril, Halle Berry fue capaz de acalorar a todo el que la contempló salir del mar enfundada en el ya mítico bikini naranja. En la barra de un Balneario que revivía en sus fines hosteleros del pasado, esperaba un Pierce Brosnan mojito en mano que le decía «bonita vista», mientras el plano dibujaba en la lejanía al Castillo de Santa Catalina. Ella, siguiendo el doble juego, le contestaba: «Sí, lástima que nadie sepa apreciarla».

Aunque la verdad es que, si se referían a Cádiz, en 'Muere otro día' de 007 quedaba bien patente que es bien difícil no apreciarla. Porque Cádiz sale guapa en la gran pantalla, para qué lo vamos a negar. La capital y su provincia ha sido localización de diversos rodajes: películas, series, spot, documentales... Aunque, sin duda, algunos como el de las aventuras del Agente 007 marcaron un antes y un después en el cine y en la provincia.

Aún está bien fresco en la memoria del gaditano lo que supuso para la capital el rodaje de 'Muere otro día'. Impagable promoción mundial de la ciudad que vio como daba la imagen en la gran pantalla con sus vistas del Castillo de San Sebastián, la Caleta, las calles del centro y el Campo del Sur y su Torreón del Sagrario. La única pega es que Cádiz no era Cádiz, sino La Habana. Debe ser que los productores del filme debieron escuchar Las Habaneras de Cádiz y decidieron ponerlas en práctica.

El resultado en pantalla fue genial, después de un rodaje celebrado en el mes de abril de 2002. Pero, lo cierto, es que no era la primera vez que Cádiz se vestía de La Habana. Ya en 1979 la ciudad se puso su disfraz cubano para recrear una persecución en la película ‘Cuba’, protagonizada por Sean Connery. En aquella ocasión, fue el Castillo de San Sebastián y su puente Canal, el puerto y la plaza de San Juan de Dios los que recrearon a la capital cubana.

'Knight & Day'

Tampoco Cádiz fue Cádiz en el rodaje hollywoodiense más reciente, el de 'Knight & Day'. Fue en 2009 cuando Tom Cruise y Cameron Díaz protagonizaron una alocada e imposible persecución en la que Cádiz y Sevilla se fundieron para recrear una suerte de San Fermines en la que se representaban todos los topicazos españoles de sol, toros, gitana y olé. No tienen tan buen recuerdo los gaditanos de este rodaje, sobre todo, porque siete toros se escaparon por las calles de Cádiz.

Por suerte, no hubo que lamentar daños personales y la ciudad se quedó más con la anécdota socarrona. En los cines, poco impacto tuvo Cádiz, aunque sirvió para mostrar de nuevo la ciudad y dejar a la capital en grabada en la historia del cine. Concretamente, fueron las calles Ancha y Cánovas del Castillo las mostradas en una persecución con corredores, toros, motos y coches.

'Manolete' y 'Alatriste'

Por aparecer, la capital es localización hasta de una película que nunca se llegó a estrenar como se esperaba y recibió duras críticas. Sin embargo, a la ciudad la sirvió para mostrar a Adrien Brody y a Penélope Cruz pasear su amor por el Paseo Fernando Quiñones y la playa de La Caleta, en este caso recreando a Veracruz. Tampoco corrió mucha suerte en la taquilla la película 'Alatriste', inspirada en las obras de Arturo Pérez Reverte. A la provincia, le sirvió para mostrar escenas marinas y a la ciudad, para mostrar a una Caleta reconvertida en puerto amurallado.

'Aris' y 'Navy Seal'

Aún hay gaditanos que recuerdan los paseos que Anthony Quinn se dio por la ciudad durante el rodaje de 'Aris' en 1988. La película contó con extras gaditanos y el rodaje se realizó en la Alameda, el Casino Gaditano, el Balneario de La Palma, la playa de la Caleta y la Fábrica de Tabaco. Más rara fue la localización de 'Navy Seal' que, de todas las bellezas de Cádiz, durante su rodaje en 1989 decidió quedarse con el puente Carranza.

'Besos para todos'

Más fácil de identificar era la ciudad en 'Besos para todos', película española en la que Cádiz no ocultaba su condición e incluso formaba parte del argumento: tres jóvenes se desplazan a estudiar Medicina a la Facultad gaditana para ver si reconducen su carrera. Entre líos de faldas y debates morales sobre el futuro, Cádiz mostraba sus encantos en la plaza del Falla o la Alameda, ambientada en los años 60 del franquismo.

Lo cierto es que la ciudad ha tenido una estrecha relación con el mundo del cine desde bien pronto. En 1899 en los albores del cine creado hermanos Lumiere se rodó la película 'Procesión del Corpus en Cádiz'. Durante el franquismo, la ciudad fue escenario de diversos filmes españoles de carácter costumbrista y de folclore. El binomio copla y flamenco aparecía en 'Lola la Piconera' (1946), 'La Lola se va a los puertos' (1947), 'Embrujo' (1946) y 'La niña de la Venta'(1951). En todas ellas aparecen espacios de la costa y de las calles del casco histórico de Cádiz.

'El Niño'

Pero no solo la capital ha cautivado a productores y directores. La provincia ha sido testigo de rodajes en diversas ocasiones. El más reciente y sonado es el de 'El Niño' que tuvo en Algeciras buena parte de sus localizaciones. San Fernando también ha salido no pocas veces en el cine. La más sonada y reciente es ‘Camarón’, donde la ciudad luce en los lugares más frecuentados por el cantaor. Más antigua y singular es la presencia de San Fernando en la película 'Cateto a Babor', donde Alfredo Landa da un repaso a las instalaciones militares del momento.

'Che Guerrilla' y 'El Imperio del Sol'

Como el cine juega a la fantasía a su antojo, Benicio del Toro decidió convertir el parque de Los Alcornocales en una selva boliviana para su filme 'Che: guerrilla'. Más raro aún fue lo de Trebujena y sus marismas. Los bajos del Guadalquivir fueron los escenarios que necesitó Spielberg para recrear campos chinos de cultivos de arroz en 'Imperio del Sol'.

Sea como fuere, lo cierto es que Cádiz y su provincia no pueden quejarse de su presencia en el celuloide con constantes apariciones que, a buen seguro, seguirán creciendo para que muchos, en sus butacas puedan decir: «Ese sitio me suena».