Ceremonia de bienvenida en junio de 2014 en la Base Naval de Rota al segundo destructor, el 'USS Ross'
Ceremonia de bienvenida en junio de 2014 en la Base Naval de Rota al segundo destructor, el 'USS Ross' - Antonio Vázquez
DEFENSA

Protesta de la plantilla civil de la Base de Rota por la reducción de empleos

Los trabajadores elevan una denuncia al Ministerio de Defensa por el incumplimiento del acuerdo bilateral entre España y Estado Unidos

JAVIER RODRÍGUEZ
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La llegada el próximo septiembre del cuarto destructor norteamericano a la Base Naval de Rota no calma los ánimos del personal civil de las instalaciones. Al contrario. Genera más incertidumbre sobre su futuro laboral. El colectivo denuncia que en octubre de 2011, cuando se firmó el acuerdo para albergar en Rota el dispositivo naval del escudo antimisiles, había 1.140 trabajadores civiles en las instalaciones y ahora quedan 929. El secretario del comité de empresa, Rafael Chacón, denuncia que en en ningún momento se han cubierto las bajas y menos aún las jubilaciones.

La situación choca con la promesa que se hizo hace cuatro años de que la llegada de los destructores americanos supondría un fuerte impacto económico para la zona.

El personal laboral de la Base reconoce que el único impacto que ha tenido hasta ahora el acuerdo, al margen del contrato de mantenimiento de los buques que ha recibido Navantia por 229 millones de dólares, ha sido el aumento de los alquileres en el triángulo que forman Rota, Chipiona y Sanlúcar. De hecho, las compras del personal militar norteamericano se producen, en su mayoría, dentro de los supermercados que se encuentran en el interior de la Base Naval.

El malestar reina entre la plantilla, que observa con estupor como el número de empleados civiles baja por primera vez de los mil en los 60 años que lleva vigente el acuerdo bilateral entre Estados Unidos y España. La decepción del personal civil contrasta con los datos económicos que aportó la embajada norteamericana el pasado 30 de abril tras la llegada del tercer destructor a Rota, el 'USS Porter'.

El Ministerio de Defensa español comentó entonces que desde la confirmación en 2011 del despliegue naval se han invertido en Rota 43 millones de euros en obras y servicios de acondicionamiento de las instalaciones. La presencia de las fuerzas estadounidenses en Rota y Morón han garantizado en 2014 un total de 3.500 contrataciones y 120 millones de inversión. Rafael Chacón niega esta tesis y asegura que la administración norteamericana está subcontratando los servicios de mantenimiento, informática y gestión, hasta ahora en manos españolas, a empresas de su competencia.

La plantilla de trabajadores españoles son personal laboral adscrito al Ministerio de Defensa, pero cedidos al gobierno de Estados Unidos, que actúa de pagador. Denuncian que los últimos diez años se han perdido en la Base Naval 600 puestos de trabajo de personal civil español.

La situación ha llevado al presidente del comité de empresa, José Sabido, a redactar un queja y elevarla al Ministerio de Defensa, donde se denuncia el incumplimiento del acuerdo bilateral firmado en 2011 mediante el cual se garantiza el empleo y se aseguraba un incremento de la mano de obra civil española en las instalaciones. Sabido aclara que está aumentando la contratación norteamericana y, sin embargo, lleva meses decreciendo la española. En estos momento, el contingente civil americano en la Base Naval supera las 500 personas.

Promesas incumplidas

El 5 de octubre de 2011, el entonces presidente, Rodríguez Zapatero, compareció junto al secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, y el secretario de Defensa de Estados Unidos, Leon Panetta, para anunciar el despliegue en Rota de los cuatro barcos norteamericanos con el objetivo de contrarrestar la amenaza que suponía la política de armamento nuclear de Irán y Corea del Norte. Zapatero, que perdió las elecciones un mes después de aquel anuncio, dijo que la presencia norteamericana en la Base Naval de Rota supondría la creación de un millar de puestos de trabajo y un fuerte impacto económico para la zona.

En tres años se ha reducido el personal español en más de 200 personas

El 11 de febrero de 2014 llegó a Rota el primer destructor, el 'USS Donald Cook' y en julio del mismo año atracó en la Base el segundo, el 'USS Ross'. El 30 de abril de este año lo ha hecho el 'USS Porter' y se espera para mediados de septiembre la llegada del 'USS Carney'. Todo apunta a que el despliegue puede tener una segunda parte y ampliuar el dispositivo en los próximos años. La amenaza yihadista, lejos de frenarse, ha ido en aumento.

La irrupción del Estado Islámico ha puesto en guardia a toda la defensa internacional. Este grupo terrorista insurgente tiene sus raíces en el yihadismo suní y ha autoproclamado el califato. Sus adeptos se han asentado en un amplio territorio de Irak y Siria controlando varias ciudades: Mosul, Faluya o Raqqa. Su escalada de violencia mantiene en alerta a la OTAN y es probable en un futuro la ampliación del despliegue naval con sede en Rota.

El embajador norteamericano en España, James Costus, confirmó el pasado abril que el cuarto destructor llegará a mediados del próximo septiembre y de, momento, «es lo que está comprometido». No se atrevió a aventurar nada más allá de esa fecha. Sin embargo, la ampliación de este dispositivo es algo que ya se rumorea en algunos círculos.

La presencia de los cuatro barcos en Rota conlleva la permanencia en Cádiz de 1.300 miembros de la US Navy, desglosados en unos 1.265 marinos y 35 miembros del grupo de apoyo. Además, el contingente viene a la base roteña acompañado de sus familias: unas 2.100 personas, según los últimos datos.

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