El superhéroe que combate los kilos

Hace unos tres años la llamada de un pediatra puso en alerta a María Ángeles Medina, médico de familia y al informático gaditano Manuel Escobar. Les pedía auxilio. «Nos dijo que inventáramos algo para que los niños le hicieran de una vez caso, para que se movieran». Los datos le avalaban: uno de cada dos niños en España tiene sobrepeso.El cambio en juegos y usos sociales ha llenado de sedentarismo sus vidas y amenaza claramente su futuro.

Con esta premisa clara, María Ángeles y Manuel se pusieron en marcha. Si nada hasta ahora había funcionado quizá lo más adecuado era ver que el enemigo podía ser amigo. Las consolas, las tablets, los móviles podían convertirse en «la palanca de cambio».

Dos años de trabajo y el proyecto les fue entusiasmando tanto que terminaron haciéndolo propio y no para ningún proveedor.

Médicos, psicólogos, nutricionistas y también niños colaboraron en sus pruebas. Así en octubre nacía la aplicación Esporti Revolution, un juego, cuyo objetivo principal es que niños y adolescentes, acompañados de sus padres, hagan ejercicio físico, no sólo para combartir el sobrepeso sino también para luchar contra la diabetes, el asma... o, simplemente, por mantener una vida saludable. «Nos dirigimos a prácticamente a toda la población infantil porque a todos les conviene», explica Manuel Escobar.

Los 'esportanos'

Pues bien, el juego convierte al niño en un superhéroe. La historia comienza el 27 de Julio de 2012, en la inauguración de los Juegos de Londres. Una invasión extraterrestre secuestra a los mejores atletas del mundo. El motivo es que los alienígenas no pueden invadir la Tierra mientras en la atmósfera haya moléculas de Esporti. Alrededor de las ciudades, para su protección, se construyen unas cúpulas que retienen esas moléculas que se liberan gracias a la realización de ejercicio físico de sus habitantes. Son los 'esportanos'. Ellos son los que pueden salvar el planeta haciendo deporte. Y 'esportanos' son los niños que entran en la aplicación.

Una vez dentro, cada vez que hacen algún ejercicio -que va desde cualquier deporte convencional hasta juegos de patio o andar por ejemplo- la registra en la app. Así, según sus características (peso, estatura...) se le da una puntuación por lo que se le motiva para que continúe en esa línea. Además, tras cada registro pueden incluso participar en un trivial de preguntas relacionadas con el deporte y los valores, junto a vídeos y consejos para mejorar su salud y costumbres.

Una red social de fiar

Pero Esporti Revolution además de un juego es también una red social. Pero, cuidado. Un lugar donde los niños pueden interrelacionarse de forma muy segura. «No hay chats. Dentro de la aplicación, sólo se pueden mandar me gustas y ver la actividad de otro pero no entablar conversaciones. No hay comentarios ofensivos. Incluso pueden jugar pero no compartir su actividad». No hay lugar para la desconfianza.

Los pequeños se presentan en modo de avatares (que eligen entre 75 diferentes) y nunca se relacionan en la app. Lo que sí es posible es conocerse 'de fuera' del juego y compartir evoluciones con amigos y familia. «Queremos fomentar también la sociabilización», la de siempre. Incluso, la aplicación invita a compartir momentos que en la vida cotidiana quizá no se compartirían como la idea de hacer deporte en familia. «Tenemos casos de niños que juegancon su madre y su abuelo».

Esporti Revolution ya tiene 2.000 usuarios registrados en España, posee una versión gratuita y ya está disponible en App Store y en Google Play para dispositivos Apple y Android. Y, recientemente recibió el I Premio Concurso de las Cámaras de Andalucía.

Además del clásico Esporti, existen dos versiones 'pro'. Una de ellas dirigidas a familias, con más añadidos, en la que también se le ponen metas diversas al niño, mientras que los padres pueden hacer un seguimiento más exhaustivo. Esta versión no es gratuita y su precio de descarga es de 18 euros para seis meses. Y otra versión para pediatras, entrenadores, colegios, etc... algo más cara pero con la que se puede hacer un seguimiento y análisis más profesional. Así, por ejemplo, un pediatra puede gestionar la actividad física de 50 niños en una misma pantalla.