Las deudas de los difuntos disparan las renuncias a herencias en Cádiz

Hay herencias que cambian destinos por inesperadas. Otra que sirven para tapar agujeros. Y algunas que pueden arruinar a una familia. Recibir una herencia no siempre es motivo de alegría y más en estos últimos años. Las cifras de los procesos de renuncia de herencias se han disparado en la provincia de Cádiz. Se han incrementado un 74,5% desde 2007. Como tantas cosas que han cambiado con la crisis, también lo ha hecho el concepto de herencia. Cada vez son más las personas que renuncian al legado por temor a que éste esconda números rojos.

Desde el inicio de la crisis se han duplicado los procesos de renuncia de herencias en la provincia de Cádiz. Así lo recogen las estadísticas del Consejo General del Notariado.

En concreto, en 2007, un total de 262 gaditanos rechazaron el legado de sus antepasados, un número muy inferior a los 1.028 que tomaron esa decisión en 2014. Este aumento se ha visto acentuado especialmente en los dos últimos años, con un crecimiento del 33,5% y 12,2% de renuncias respectivamente.

En 2014, hubo 5.977 renuncias a herencias en Andalucía y 1028 corresponden a la provincia de Cádiz. Eso supone un 17,9 %, lo que viene a confirmar que la crisis ha golpeado especialmente a esta provincia.

En 2007, el número de herencias rechazadas en la provincia de Cádiz llegó a las 262. Un año más tarde, esa cifra se elevaba hasta las 290, un 9,6%. En 2009, la cantidad aumentó levemente, quedándose en las 322, mientras que doce meses después fueron 294. Se produjo entonces un pequeño descenso. No obstante, ya en 2011 el número de rechazos a aceptar un testamento aumentóconsiderablemente, hasta las 436. Fue entonces cuando las notarías vivieron un giro considerable de los patrimonios rechazados. Un año después, la cifra continuó su ascenso hasta las 600. Este ascenso se quedaría pequeño en comparación con la cifra de 2013: 902. Los datos hablan por sí solos. Hasta 4.134 herencias han sido rechazadas a lo largo de los últimos ocho años.

Cádiz se sitúa por encima del resto de las provincias andaluzas. Las deudas del fallecido son el principal motivo que tiene una familia para rechazar un patrimonio, situación que es también, a tenor de los datos, la causa principal de preterir una herencia en la provincia de Cádiz.

Falta de liquidez

Casi nadie quiere cargar con las deudas de una herencia. Este rechazo se produce principalmente cuando las deudas sobrepasan el activo de los bienes heredados. «A mi juicio las causas son dos, una la crisis económica que ha provocado que el valor de las deudas que deja la persona fallecida supere el valor de la herencia y otra, es el impuesto a pagar», precisa José Ramón Castro, notario en Cádiz y delegado de la junta directiva del Colegio Notarial.

El último caso que recuerda José Ramón Castro ha sido la historia de unos padres que avalaron «alegremente a su hijo con un préstamo grande cuando el boom inmobiliario», y ahora los hermanos han preferido renunciar a la herencia ante el valor superior de la deuda. «Y así, existen muchos casos similares», añade.

Recibir una herencia hoy día queda lejos de ser un regalo. Los herederos se enfrentan durante semanas y hasta meses al pago de unos impuestos que se comen una buena parte de los bienes recibidos.

No obstante, no todos tienen que pagar lo mismo; además de la comunidad de residencia también influye la edad del fallecido, el tipo de bienes que se transmiten y el patrimonio del que disponga. Castro asegura que no hay un estudio que defina el perfil de la persona que renuncia a una herencia pero, por su experiencia, afirma que se trata de una persona de clase media con pequeños ahorros, con nivel económico bajo, que no le permite cargar con las deudas. «Mientras que Madrid está exento de pagar impuestos de la herencia de un padre a un hijo, en Andalucía tienen que pagar», cuenta Castro.

Herencias en el limbo

Existen multitud de supuestos en el caso de rechazar una herencia en función de si hay uno o varios herederos (hijos, padres, hermanos, cónyuges y parientes colaterales), y si la renuncia es llevada a cabo solo por alguno o por todos ellos. La falta de liquidez para afrontar el pago del impuesto lleva en algunos casos a la renuncia a la herencia. La premura con la que la Junta de Andalucía demanda el pago no ayuda a quienes deben buscar soluciones o un préstamo en condiciones que puedan afrontar. «Hay un plazo de seis meses para resolver los trámites y una prórroga y una posibilidad de pago aplazado que puede solicitar el contribuyente», asegura José Ramón Castro. Si finalmente, nadie se hace cargo de la herencia, es el Estado el que la asume.

Los casos más frecuentes en estas renuncias se refieren a pisos y fincas rústicas, que, en la actuales circunstancias del mercado inmobiliario, tienen poca salida. «En muchos casos no se trata de deudas directas del difunto, sino contraídas como avalista de una empresa o de un inmueble que no está al día de los pagos», afirma.

Si en Cádiz la cifra de renuncias es significativa, no es menor en el cómputo general de Andalucía, donde el número de herederos que han rechazado el legado se han multiplicado por tres desde los registros anteriores a la recesión económica. En concreto, en 2007, un total de 1.417 andaluces dijeron 'no' a la herencia, un número muy inferior a los 5.960 que tomaron esta decisión en 2014. Este último dato hace un promedio de 16 renuncias de herencia al día en la región y supone un récord en este periodo de ocho años. Tanto a nivel provincial como autonómico 2014 ha sido el año en que más renuncias se han registrado.

En España se realizaron 345.664 actos relativos a herencias en 2012, de los que 44.609 se produjeron en Andalucía. De ellos, 3.447 fueron actos de renuncias, es decir, un 14,8% del cómputo nacional de rechazos.

Andalucía, una de las más caras

Modificar sustancialmente el impuesto de sucesiones ha sido una de las promesas de los grandes partidos políticos durante la campaña de las Elecciones Andaluzas. Pero no ha llegado a cumplirse. Mientras la Constitución Española mira porque todos los españoles tengan los mismos derechos en cualquier parte del territorio del Estado, el desarrollo de las Autonomías ha provocado grandes diferencias en la presión fiscal en cuanto a las herencias, creando grandes brechas en el pago de estos impuestos entre una comunidad u otra; así Madrid y Cantabria se presentan como las comunidades autónomas donde menos impuestos se pagan a la hora de heredar, mientras que Andalucía, Murcia y Asturias son las más caras.

En la comunidad andaluza, la tasa de sucesiones llega hasta un tipo del 36,5% cuando la base liquidable es superior a los 797.555 euros; sin embargo, Madrid bonifica de forma indiscriminada el 99% del impuesto. Un ejemplo ilustrativo es si una persona hereda bienes por valor de 800.000 euros tendrá que abonar unos 164.000 euros en Andalucía frente a los menos 1.600 euros de Madrid.

Este hecho, que si bien no es nuevo, se ha visto aún más agravado por las dificultades económicas que atraviesan los andaluces, con más de un millón de parados en la comunidad al cierre del pasado ejercicio, 189.821 de ellos en la provincia de Cádiz. Ambas circunstancias, junto al legado que nadie quiere, las deudas, han propiciado que en los últimos años las renuncias de herencias se hayan disparado en la provincia.