Siete puestas de sol de Cádiz tatuadas en la memoria
La curiosa imagen de una puesta de sol vista desde el monumento de Turrell - l. v.
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Siete puestas de sol de Cádiz tatuadas en la memoria

La provincia ofrece atardeceres increíbles en entornos espectaculares, unas experiencias únicas que el viajero no debe perderse

mercedes morales
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La provincia ofrece atardeceres increíbles en entornos espectaculares, unas experiencias únicas que el viajero no debe perderse

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  1. En Montenmedio, naturaleza, arte y cultura en una 'stupa'

    La curiosa imagen de una puesta de sol vista desde el monumento de Turrell
    La curiosa imagen de una puesta de sol vista desde el monumento de Turrell - l. v.

    No hay que ir a Arizona para contemplar una magnífica obra del 'arquitecto de la luz' James Turrell, uno de sus mejores proyectos arquitectónicos, 'Second Wind 2005', se encuentra en la fundación NMAC. Ubicado en el complejo turístico de Montenmedio, se disfruta de la puesta de sol más completa de la provincia, porque aúna naturaleza, cultura y arte.

    Y para colmo de viajeros en la misma zona se celebra cada año el Circuito Hípico del Sol cada febrero y marzo. La escultura de Turrell ubicada en Cádiz es una obra ubicada bajo el nivel de la tierra, invisible desde el exterior, en la que el visitante entra a través de un túnel dentro de una pirámide.

    Allí se encuentra una 'stupa' de piedra (cúpula redonda budista) rodeada de una piscina de agua que provoca la meditación y la desconexión total con la rutina del visitante. Se puede visitar todos los días, excepto lunes.

  2. El paraíso al atardecer de un chiringuito-arrecife de El Palmar

    l. v.

    La playa de El Palmar de Vejer es única, por auténtica, salvaje y natural a cualquier hora y en cualquier época del año pero sus atardeceres son especialmente increíbles. Además de la caída del sol, que es practicamente el mismo en todo el litoral gaditano desde la punta de Tarifa hasta Sanlúcar, El Palmar ofrece un ambiente bohemio que no se puede exportar a otro destino de La Costa de la Luz.

    Sus chiringuitos a pie de playa perfectamente camuflados en su ambiente tienen buena parte de la culpa. Una copa, una tumbona y lo demás... silencio o música en directo, se puede incluso escoger.

  3. Recortando el Faro de Trafalgar, una postal a su alcance

    Típica imagen tomada con el sol recortándose contra el Faro de Trafalgar
    Típica imagen tomada con el sol recortándose contra el Faro de Trafalgar - l. v.

    El Faro de Trafalgar, muy cerca de Los Caños de Meca, ofrece unas puestas de sol para fotografías de postal. Altamente recomendable para los artistas aficionados que se atrevan a hacerse ellos mismos una foto lienzo para el salón. Un recuerdo para siempre.

    También puede verse en verano desde la famosa Jaima de Los Caños, un chiringuito imprescindible para tomar mojitos al atardecer. Desde esta parte del litoral gaditano, en los días claros, se tiene la sensación de tocar el litoral marroquí con la punta de los dedos. Da qué pensar. Pero piense después. Ahora toca disfrutar.

  4. Puestas de sol y surf desde las dunas de Bolonia

    Imagen tomada en el lado opuesto de la gran duna de Bolonia
    Imagen tomada en el lado opuesto de la gran duna de Bolonia - cadizturismo

    Las dunas de Bolonia entre la increíble y mágica Tarifa y el conjunto arqueológico de Baelo Claudia es uno de estos puntos de la provincia a los que hay que ir en una primera visita a Cádiz. No estará sólo contemplando un atardecer en Bolonia, porque es un lujo al alcance de todos y numeroso público sube a su duna más alta para contemplar los últimos rayos del sol sobre el mar.

    Las vistas sobre el Estrecho de Gibraltar son espectaculares a medida que cae el sol. Un poco más cerca de Tarifa puede alojarse en el magnífico hotel Dos Mares, propiedad del promotor del surf Van Looy. Otro lujo, éste un poco más caro. Merece mucho la pena.

  5. El sol recorta la silueta de la vieja ciudad de Cádiz si se atardece en Puerto Sherry

    Una puesta de sol más tradicional, más en familia, la que se puede disfrutar desde las terrazas de los bares y restaurantes de Puerto Sherry, que se llenan cada atardecer de visitantes para contemplar la Bahía de Cádiz y bajar a mojarse los pies en la playa de La Muralla.

    Los muelles deportivos de El Puerto de Santa María son la puerta de entrada a un poblado marinero muy 'cool' o moderno. La hostelería es buena y ofrece un patio de butacas único para disfrutar de un espectáculo gratis, con el sol cayendo por detrás de la ciudad de Cádiz, contemplando toda la Bahía. Desde la playa de La Muralla se interioriza el tan mal tratado concepto de Bahía mejor que desde ningún otro sitio.

  6. El pasado árabe revive cada atardecer en la Sierra de Grazalema

    Una puesta de sol con sabor árabe, desde el castillo de Azanalmara.
    Una puesta de sol con sabor árabe, desde el castillo de Azanalmara. - l. v.

    La Sierra de Grazalema ofrece millones de puntos sin descubrir desde donde contemplar una puesta de sol impresionante, inolvidable. Uno de los más conocidos es el mirador del Puerto del Boyar, un lugar mágico para vivir un atardecer entre montañas, al que, además es relativamente fácil llegar.

    Para los más andarines, ahora llamados senderistas, recomiendo el puerto de La Silla. Se le cortará la respiración, cuidado con caerse, cuando contemple desde esta cima una puesta de sol que abarca tres tipos de paisaje de la provincia. Si mira hacia atrás, monte cerrado, si mira al frente, llanuras e incluso el primer perfil de la costa.

    Desde el Castillo de Aznalmara, que ilustra esta información, ubicado en la finca de la familia ubriqueña Rojas vivirá un espectáculo digno de un emir o una princesa árabe. Siempre está abierto al público y es un poco difícil de encontrar. Pero búsquelo, porque en la Sierra todo cuesta pero mayor es la recompensa.

  7. El más famoso en Cádiz, desde el Castillo de Santa Catalina

    La luz del atardecer incendia el horizonte marino, un espectáculo en Cádiz
    La luz del atardecer incendia el horizonte marino, un espectáculo en Cádiz - l. v.

    El Castillo de Santa Catalina, junto a la playa de La Caleta, es el entorno perfecto para disfrutar de un atardecer sobre las aguas de Cádiz. En verano hay visitas amenizadas con música pero en invierno el sol también ofrece un grandioso espectáculo.

    Además, el visitante puede ver casi el mismo espectáculo natural sin moverse de La Caleta, degustando el curioso menú del quiosco restaurante La Quilla o sentado desde cualquier punto del muro que separa la playa de casco histórico de Cádiz. Sólo hay que respirar hondo y dejar de pensar. Una terapia para relajarse en Cádiz que hay que aprender a disfrutar.

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