Uno de los cuerpos hallados tras el naufragio de la embarcación cargada de hachís
Uno de los cuerpos hallados tras el naufragio de la embarcación cargada de hachís - la voz
sucesos

Anecdotario busquimano

Entre los detenidos hay un almeriense que estaba de vacaciones y quien dejó a su mujer y su hijo en el coche para 'pescar' hachís

silvia tubio
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Los detenidos por intentar rebañar algo del hachís no son todos jóvenes de Barbate, ni llegaron a Chiclana en motocicleta. De los cuarenta implicados hasta ahora, muchos responden a ese perfil del busquimano que ha dado nombre a un personaje autóctono de las costas gaditanas. Pero también hay excepciones que sorprenden y evidencian que esta droga tiene un alto grado de tolerancia social, fuera y dentro de la provincia de Cádiz.

Según datos confirmados por la Guardia Civil, más de la mitad de los arrestados con placas de hachís que procedían del alijo naufragado, son de Chiclana; lo que confirma que la noticia del accidente de las tres narcolanchas corrió rápido entre los vecinos de la zona, que fueron los primeros en lanzarse al agua o peinar la arena en busca de los restos de la mercancía que no había podido ser incautada por la Guardia Civil.

Otros once residen en la localidad vecina de Conil; tres son de San Fernando y otros cuatro de Barbate, que se desplazaron hasta Sancti Petri atraídos por la noticia de que los agentes habían recuperado dos toneladas de hachís, pero que era muy probable que hubiera caído más droga al agua.

Los traficantes viajaban en tres lanchas y en cada una se especula con la posibilidad de que pudiera transportar más de tonelada y media.

Además de gaditanos, la Guardia Civil, en colaboración con la Policía Local, detenía a un sevillano, de 25 años, que reside en La Algaba y que viajó hasta Chiclana al enterarse también que había volcado un importante alijo de hachís. Fue apresado cuando trataba de ocultar las placas en un pinar próximo.

Busquimano de fin de semana

También está el caso de quien decidió ‘pescar’ fardos durante su fin de semana de vacaciones. Los agentes detuvieron a un almeriense que les contó que estaba pasando unos días de descanso en Chiclana. Al parecer, acudió también a la playa atraído por la posibilidad de encontrar algo de droga.

Algunos de los implicados se han defendido afirmando que la sustancia era para consumo propio. Pero el delito contra la salud pública, en la modalidad de sustancias que no causan un grave daño, contempla penas de cárcel a partir de los dos kilos y medio de hachís.

Muchos de los detenidos han sido arrestados con cantidades más elevadas como tres jóvenes de Conil a los que les requisaron casi diez kilos u otros tres chiclaneros que habían sacado de la playa hasta 25 kilos.

En el anecdotario de estos últimos días está la de dos hombres que fueron detenidos en la playa mientras la mujer de uno de ellos y su hijo de tan sólo dos años, les esperaban en el coche.

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