La fisonomía del puente ya es visible desde diferentes puntos de la Bahía.
La fisonomía del puente ya es visible desde diferentes puntos de la Bahía. - francis jiménez
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Dragados inicia los preparativos para colocar el tablero desmontable del puente

Los operarios trabajan en las pilas 9 y 10 donde irá colocada esta estructura de 150 metros, que saldrá de la factoría de Dragados Offshore en diciembre

javier rodríguez
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La obra del segundo puente de Cádiz ha recobrado el pulso tras el parón sufrido entre el 8 de agosto y el pasado 30 de septiembre como consecuencia del expediente de modificación de proyecto presentado por Dragados, empresa adjudicataria. La constructora paralizó la obra para ajustar cuentas con el Ministerio de Fomento sobre los cambios que había sufrido el proyecto y que, sin embargo, no estaban incluidos en el contrato de adjudicación, firmado en noviembre de 2006.

Las diferencias quedaron finalmente resueltas tras la publicación el último día de septiembre de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2015, donde se detalla el precio final de la obra. El coste del puente asciende a 506 millones de euros, lo que supone 233 millones más que el precio de su adjudicación.

El Ministerio ha tenido que alargar un año más su financiación, hasta 2017, y poner sobre la mesa 33 millones de euros más para sufragar las modificaciones que no se habían recogido en el contrato de adjudicación. El reto ahora es acabar la obra el año que viene.

En estos momentos, todos los tajos se encuentran activos, incluida la reordenación de la glorieta de El Corte Inglés, y ya se trabaja en la última fase de montaje del tablero sobre el mar. Se trata de la instalación del tramo desmontable entre las pilas 9 y 10. Los operarios han colocado nuevos andamios para ajustar los anclajes.

Esta sección del puente fue una de las modificaciones no recogidas en el diseño del ingeniero Manterola. El autor del proyecto apostó por un tramo móvil, sin embargo, la entonces ministra de Fomento, la socialista Magdalena Álvarez, cambió el paso en favor de un tramo desmontable y de la implantación del tranvía. La apertura del puente por uno de sus extremos fue una solución impuesta por los astilleros, que no querían condicionar ni hipotecar su futuro por la altura del puente. El vano del viaducto por el mismo centro es de 69 metros, lo que condicionaba a Navantia a construir barcos muy por debajo de esa altura. El tramo desmontable soluciona el problema.

La dirección de la obra aborda ahora la colocación de este tablero que se encuentra ya fabricado en las naves de Dragados Offshore. Esta estructura, de unos 150 metros de longitud, saldrá de la factoría el próximo diciembre y se trasladará en una plataforma móvil hasta ambas pilas. Una vez allí, dos grúas lo elevarán hasta quedar anclado.

Mientras tanto, sigue el izado de dovelas entre las pilas 12 y 13, los dos ejes centrales del puente. La reactivación del puente es notoria. El delegado de Seguridad Ciudadana y Tráfico del Ayuntamiento de Puerto Real (Cádiz), José Antonio Ayuso, confirmó el pasado viernes que las obras de construcción del segundo puente se habían retomado «de forma simultánea en la parte puertorrealeña y la gaditana». Explicó que había mantenido encuentros con la dirección de la obra, que confirmó la reactivación de los trabajos previstos en la zona de Puerto Real. «El trabajo se está centrando en las actuaciones de desbroce y limpieza que han de desarrollarse de forma previa», apuntó. Asimismo, el delegado avanzó que «en un par de semanas, según el cronograma de la empresa encargada de los trabajos, se podrá observar la obra a plena producción». Desde el Ayuntamiento de Puerto Real se espera que la barriada del Río San Pedro «se vea beneficiada por las novedades urbanísticas que comprende este proyecto y que pronto comenzarán a tomar notoriedad en la zona».

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