Griezmann zanja el duelo en media hora

El Atlético cerró el partido en apenas media hora gracias a la inspiración de dos futbolistas en estado de gracia, Arda y Griezmann, cuyas prestaciones en este equipo han dejado de ser noticia. El turco muestra el camino eligiendo siempre la mejor opción y sin que le suba el pulso de 60; el francés, cuya cooperativa con Mandzukic funciona a la perfección, los mete ya de todos los colores. Lleva 14 tantos en el torneo, dos más que su socio croata. Enfrente, el Almería tuvo dos caras: sin argumentos en la primera mitad, ingenuo en defensa y sin mordiente arriba, al menos no se borró del duelo cuando se topó con la montaña del resultado. Los de Simeone siguen líderes de su Liga particular: sus dos próximos compromisos serán, precisamente, con Sevilla y Valencia.

[Así hemos contado el partido]

Una pena máxima en una jugada de las que hay decenas en un partido (balón colgado en el área y empujones entre defensas y delanteros) desbrozó el camino al Atlético. Habían transcurrido doce minutos sin apenas noticias en el Calderón cuando Mateu Lahoz entendió que Dos Santos desplazó al enmascarado Godín en un salto. Dio la impresión de que el pitido sorprendió a todos los protagonistas, menos a uno, pero así es el fútbol: hace una semana, el árbitro perjudicó a los rojiblancos en Vigo (aunque se ganaron la derrota a pulso); ayer, se encontraron con un penalti más que dudoso para arrancar el motor (también para ser justos, después fueron muy superiores a los andaluces).

Marcó Mandzukic y, pocos minutos después, se aprovechó de un error garrafal de Vélez en el centro del campo para entregar de primeras a Griezmann, que ganó el mano a mano a Julián con una tranquilidad pasmosa. Enseguida, el tercero: Arda centró templado desde la derecha, cabeceó Mandzukic y el balón llegó al francés, que controló con el pecho y remató a la media vuelta. Con su penacho oxigenado de pájaro loco al viento y su bigotito de mosquetero, Griezmann tiene a la parroquia en el bolsillo.

En la segunda parte, el Almería recurrió a la dignidad para, al menos, maquillar el marcador. Aumentó el empuje, buscó las bandas y las jugadas a balón parado, con Verza y Corona a los mandos, pero el Atlético nadó y guardó la ropa sin muchos agobios. Corona tuvo la mejor ocasión para su equipo en un disparo que enganchó en la frontal y se marchó desviado por poco. Simeone no tardó en dar descanso a sus goleadores; la próxima semana espera el Bayer Leverkusen en Champions.

Fernando Torres compareció para cazar alguna presa al contragolpe, pero la estrella con la que arrancó esta segunda etapa en el Atlético luce menos en las últimas semanas. Trabaja en defensa, pero no acaba de romper arriba, no le llegan balones al espacio. Mateu expulsó a Siqueira en el último suspiro por una segunda amarilla un tanto inexplicable.