Fachada de la Universidad de Sevilla
Fachada de la Universidad de Sevilla - J. M. SERRANO
EDUCACIÓN

Temor de los rectores a que la oferta de Díaz les deje más deuda

Las universidades desconocen cómo se financiará la gratuidad de matrículas

SEVILLA Actualizado: Guardar
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El anuncio aperitivo del debate de la comunidad que realizó la presidenta de la Junta y que promete bonificar al 99% el precio de las matrículas a aquellos universitarias andaluces que aprueben sus grados ha sorprendido a los rectores de las universidades de Andalucía en plena negociación del futuro marco de financiación de estas instituciones, a las que la Junta adeudaba en febrero de este año 275 millones de euros.

Por eso, la sonrisa con la que públicamente han recibido los rectores andaluces la última «oferta» universitaria de Susana Díaz —que no deja de ser su superiora—, intenta disimular el temor que en el fondo les produce el anuncio de una medida política que al final pueda complicarles aún más sus ajustadas cuentas, ya que pierden parte del ingreso más seguro y puntual de la Universidad, el de las matrículas.

El rector de Jaén, Juan Gómez, fue directamente al grano y advirtió ayer que la medida anunciada por la presidente es «fantástica, siempre que el coste no redunde en las universidades».

La medida no ha sido acordada con los rectores

La medida no ha sido acordada con los rectores, no está reflejada por el momento en los presupuestos y se sustenta sólo en el compromiso de hacer frente a su coste (entre 25 y 30 millones de euros) mediante transferencias directas de la Junta a las Universidades, medida que se incorporará al marco de financiación de estas instituciones.

Por eso ayer el consejero de Economía y Conocimiento, Antonio Ramírez de Arellano, tuvo que salir al paso para «garantizar» a los rectores que los costes de la medida se cubrirán con presupuesto de la Junta, que lo gestionará económica y administrativamente para «tranquilidad» de las universidades.

Años de negociación

Pero no hay tranquilidad en las universidades después de años negociando una deuda de la Junta que en tiempos del presidente Griñán superó los 900 millones. Desde entonces se reduce a golpe de acuerdos puntuales y se promete enjugar cuando se apruebe un modelo de financiación que se prometió hace tres años, se anunció para primeros de 2017 y sigue bloqueado.

El rector malagueño, José Ángel Narváez, fue rotundo al afirmar que espera que la medida no signifique un incremento de la deuda, «porque sería un auténtico dislate». Narváez fue a más y alertó de que este tipo de medidas políticas no son suficientes «si queremos apoyar la universidad o la educación superior para todos», y añadió que espera que «esto sea el comienzo de una apuesta de la Junta por la universidad pública desde el punto de vista presupuestario, de las estrategias de investigación y de las estrategias en infraestructuras».

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