Susana Díaz a Moreno: «No se gana en los juzgados lo que no se gana en las urnas»

El juicio del caso ERE se ha colado en el debate del Parlamento andaluz en la sesión de control a la presidenta de la Junta, Susana Díaz , quien el miércoles guardó silencio sobre el asunto pero este jueves ha defendido con vehemencia la «honradez, honestidad y honorabilidad» de los expresidentes Manuel Chaves y José Antonio Griñán.

El enfrentamiento más duro ha sido el que ha mantenido con el líder del PP, Juanma Moreno , al que la presidenta le ha dicho muy ofendida que «aprenda» de Javier Arenas : «No se gana en los juzgados lo que no se gana en las urnas. Se puede pisotear la integridad de las personas pero los andaluces saben bien quién no se pone de rodillas y defiende sus intereses».

Esta ha sido la respuesta de la presidenta a Moreno quien la ha acusado de defender a los expresidentes sólo de palabra: «Usted no defiende la honorabilidad de los expresidentes, se defiende a sí misma, como siempre ha hecho en su vida política, por eso no la quisieron. Dice que los defiende pero los ha borrado de todos los actos de su partido por el 4 de diciembre».

El enfrentamiento ha ido a más y, tras las palabras de Moreno leyendo una frase textual de Manuel Chaves ,«Pepe, Susana nos ha matado, es como si nos hubiera clavado un cuchillo», la presidenta ha respondido con otro ataque directo, «Yo tengo los bolsillos de cristal y todo el mundo sabe lo que gano y lo que pago, usted tiene la mandíbula de cristal y los bolsillos más oscuros».

Esta afirmación de la presidenta ha generado una gran polémica en la bancada popular y el propio Moreno y la portavoz de su grupo, Carmen Crespo, han pedido el turno de palabra por hacerse referencia a su honorabilidad, así como para denunciar que el consejero de Cultura, Miguel Ángel Vázquez, le había llamado «mezquino».

El presidente del Parlamento, Juan Pablo Durán, no ha concedido ese turno basándose en que es el mismo procedimiento que se ha seguido toda la legislatura y ha defendido que el consejero de Cultura sólo había dicho que era «una mezquindad».