Susana Díaz llega al Comité Federal del PSOE con los deberes hechos

Susana Díaz está relativamente tranquila por el Comité Federal que se celebrará este domingo. Considera que ha sido un éxito que en sólo veinte días se haya conseguido pacificar el PSOE teniendo el cuenta lo sangriento del Comité Federal del día 1, la ruptura que está viviendo el partido y las graves consecuencias que ésta puede tener.

No es que el PSOE sea una balsa de aceite pero, al menos, se han limado una buena parte de las asperezas y parece que las aguas van volviendo a su cauce por la senda del diálogo, por más que haya un problema grave con el PSC y se desconozca todavía cómo se va a articular la abstención.

Por eso ha puesto a sus principales referentes a trabajar en el siguiente objetivo: el Congreso Federal.

No es una tarea que confiesen abiertamente aunque es cierto que tampoco la ocultan. Lo que más preocupa en este sentido es el movimiento de los militantes. Si el principal argumento respecto a la abstención del sector oficialista ha sido que la mayoría de los que lo critican no son militantes, ahora son las agrupaciones las que se están movilizando.

Ya han hablado algunas señeras: Dos Hermanas, Alcalá de Guadaíra (aunque dos miembros la han impugnado), Cádiz capital y la Agrupación Sur de Sevilla. No preocupa tanto el debate de la abstención como los posicionamientos que se están produciendo sobre el futuro Congreso Federal que tiene que elegir al nuevo (o nueva) secretaria general de todos los socialistas. Dos Hermanas, Alcalá y Cádiz capital ya han pedido que se celebre antes de fin de año. El caso de la Agrupación Sur ha sido más curioso.

La Ejecutiva Provincial del PSOE de Sevilla conocía que se iba a debatir sobre estos asuntos en la asamblea que se celebró esta semana pasada, de manera que envió a dos pesos pesados a la misma: el presidente de la Diputación y del partido en Sevilla, Fernando Rodríguez Villalobos y el número dos de la provincia y secretario del grupo parlamentario, José Muñoz.

Los partidarios de Susana Díaz también guardaban otro as en la manga: José Rodríguez de la Borbolla, expresidente de la Junta, milita en esa agrupación y que llevó redactada una resolución que propuso para su aprobación. Los críticos llevaban otra similar a las que se han aprobado en el resto de agrupaciones críticas. Villalobos trató de impedir que se votase pero no pudo. Hubo tensiones y dificultades pero, al final lograron el acuerdo que tuvo un punto clave: los socialistas de la agrupación Sur de Sevilla (una de las diez que tiene la capital) han pedido que el Congreso Federal se convoque por la gestora antes de final de año. Como la preparación de un cónclave de estas características necesita unos tres meses, se celebraría en primavera, que es precisamente la fecha elegida por Susana Díaz para dar el paso definitivo (si no se tuercen las cosas) hacia Madrid.

El resto de agrupaciones han pedido que se celebre antes de final de año. Un matiz completamente diferente y que casa más con los intereses de Pedro Sánchez.

Eso sí. Desde la Agrupación Sur de Sevilla también han dejado claro que quieren que la militancia tenga más participación en las decisiones que se tengan que tomar en el futuro por parte de los órganos colegiados del PSOE. Han encontrado un camino de entendimiento que, quizás, abra la puerta al resto de los militantes socialistas.