La subasta de medicamentos de Andalucía, mucho ruido y pocas nueces

El mismo día que la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, anunciaba a través de su cuenta en Twitter que el Tribunal Constitucional (TC) había avalado la subasta de medicamentos de Andalucía, volvía a quedar patente la incapacidad del Servicio Andaluz de Salud (SAS) para hacer atractivo su sistema a los grandes laboratorios.

La Junta no logra exprimir al máximo esta medida que persigue arañar millones al presupuesto obligando a las compañías farmacéuticas a competir entre ellas para ofrecer el precio más bajo de los principios activos más recetados por los médicos del SAS.

La agencia que gestiona la sanidad en Andalucía sólo ha adjudicado el 35 por ciento de los lotes de principos activos que sacó a concurso mediante la décima convocatoria que realiza desde que instauró este sistema en 2012.

Según se desprende de la resolución firmada el pasado jueves por el director gerente del SAS, José Manuel Aranda Lara, el mismo día que trascendió el fallo del TC —la sentencia fue notificada ayer—, se conocía que habían quedado desiertos 300 de los 459 lotes con presentaciones diferentes incluidos en el listado de medicamentos (correspondientes a 189 principios activos) ofertados por el pasado 28 de octubre. Dos de cada tres lotes de fármacos licitados no se pudo adjudicar. Entre ellos, se encuentran el antibiótico Amoxicilina, el antiinflamatorio Ibuprofeno o el paracetamol, un genérico que suele prescribirse a pacientes con gripe para aliviar los síntomas.

Las grandes compañías no acuden a este mecanismo que les obliga a tirar sus precios. Por esta razón, gran parte de los productos que se dispensan en las farmacias andaluzas proceden de la India, Polonia o Eslovenia, así como de pequeños fabricantes españoles.

Al margen de estas dificultades, el TC acaba de avalar este sistema desestimando un recurso del Gobierno de Mariano Rajoy. El Ejecutivo central argumentó que la subasta «supondría una ruptura de la igualdad en el acceso a la prestación farmacéutica reconocida como mínima y común por la normativa estatal».

La sentencia, a la que ha tenido acceso ABC, lo niega y da un espaldarazo a la medida de ahorro de la Junta. Afirma que «el destinatario de la prestación farmacéutica va a recibir en todo caso el medicamento de precio más bajo, tal y como prevé la norma estatal». La diferencia radica —detalla la sentencia fechada el 15 de diciembre— en que «en Andalucía la selección del precio más bajo la hace el SAS y en el resto del Estado la hace el farmacéutico, sin que ello suponga perjuicio alguno para el destinatario».

A través de una nota, la Consejería de Salud se mostró ayer satisfecha con la sentencia porque «respalda la igualdad de los andaluces en el acceso a los medicamentos». El PP, en cambio, insiste en que la subasta «no garantiza calidad ni equidad» del SAS respecto al resto del país.