Salud confirma un segundo caso de fiebre del Nilo en Sevilla

La Consejería mantiene activado el protocolo de vigilancia, pero ha lanzado un mensaje de calma en este caso

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SEVILLA Actualizado: Guardar
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La Consejería de Salud de la Junta de Andalucía ha confirmado este sábado un segundo caso de persona afectada por la fiebre del Nilo Occidental en la provincia de Sevilla, por lo que mantiene activado el protocolo de vigilancia y alerta -que se corresponde con el establecido a nivel nacional siguiendo las recomendaciones de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica-, si bien ha lanzado un mensaje de calma ante este caso.

Según han informado fuentes de la Consejería a Europa Press, este segundo caso se correspondería al de un hombre mayor residente en la provincia con patologías previas a la picadura del mosquito. Este varón ha tenido que ser ingresado en un centro hospitalario de Sevilla, y según las mismas fuentes, «estaría a punto de recibir el alta hospitalaria» en las próximas horas.

Asimismo, estas fuentes han explicado que «no habría que estar en alerta, ya que un 80 por ciento de los casos son asintomáticos, y menos del uno por ciento tienen una complicación grave, que puede ser por patologías previas del contagiado, como en este caso», a lo que han añadido que «la prevención es la única arma contra esta patología».

Según informó el pasado mes de agosto la Junta y han recordado este sábado desde la Consejería, cuando se detecta la presencia del virus en una zona, tanto en caballos como en personas, se activa el protocolo de vigilancia y alerta, que incluye la información necesaria a los centros de atención primaria y hospitales de la zona donde se detecta; concretamente, el ciudadano francés había visitado zonas de Sevilla y Huelva.

Virus del Nilo Occidental

Cabe recordar que la fiebre por el virus del Nilo Occidental es una enfermedad transmitida por picadura de mosquitos que en la mayoría de los casos cursa de manera asintomática (aproximadamente el 80 por ciento) y el resto con carácter leve, similar a un proceso gripal. La enfermedad dura entre dos y cinco días, la recuperación suele ser completa y no existen vacunas o medicamentos para evitarla o tratarla específicamente. La infección confiere inmunidad duradera.

En muy pocas ocasiones (menos del uno por ciento de los casos), las personas desarrollan una meningitis o meningo-encefalitis, entre otras complicaciones que ocurren con mucha menor frecuencia. Por otro lado, los factores de riesgo para el desarrollo de un tipo más severo de la enfermedad son tener el sistema inmunitario debilitado o, a edades más avanzadas, presentar algunas enfermedades crónicas.

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