PARLAMENTO ANDALUZ

El PSOE-A juega al despiste con Ferraz ante la moción sobre Cataluña llevada al pleno del Parlamento por Cs

Díaz, ante la presión de Sánchez, espera «hasta el último minuto» para apoyar al Gobierno frente al desafío secesionista

Jiménez Barrios y María Jesús Montero en el Parlamento el miércoles J. M. SERRANO

ANTONIO R. VEGA

A pocas horas de que el Parlamento andaluz adopte una postura sobre una proposición no de ley presentada por Ciudadanos para cerrar filas en torno al Gobierno y al poder judicial frente al pulso de los independentistas en Cataluña, los 47 diputados del PSOE no saben qué botón van a pulsar. Los socialistas juegan al despiste y agotarán «hasta el último minuto» del debate —según advirtió el miércoles su portavoz, Mario Jiménez — para aclarar si votan a favor de la moción registrada por su aliado político en la Cámara o, en cambio, optan por una abstención que le comprometería menos a los ojos de Ferraz (sede del PSOE federal). El secretario general del partido, Pedro Sánchez , ha dado orden expresa de que se abstengan de respaldar la misma iniciativa que registró Albert Rivera en el Congreso y que los socialistas rechazaron hace una semana. Cuatro diputados cercanos a la presidenta de la Junta —tres de ellos andaluces— no votaron en contra ante la confusión generada.

En defensa del Estado de Derecho

La ceremonia de la confusión en la que nada el Grupo Socialista, al menos de cara a la opinión pública, da la medida de la situación de enorme dificultad en la que el secretario general del partido, Pedro Sánchez, ha puesto a Susana Díaz, ante un asunto que, sin el implacable marcaje al que la está sometiendo Ferraz, se resolvería con un apoyo sin fisuras a la moción de Cs. «Como parte del Estado, siempre estaré en la defensa del Estado de Derecho y de la legalidad», proclamó ayer la presidenta andaluza tras reunirse con el ministro de Economía luso en Lisboa.

Mientras la dirección federal acecha a la Cámara andaluza, en el PSOE andaluz ganan tiempo mientras buscan a la desesperada un «plan B» que justifique su apoyo a la acción del Estado ante el desafío secesionista sin provocar un nuevo choque de trenes con Ferraz. Tanto el secretario de Organización del PSOE andaluz, Juan Cornejo, como Mario Jiménez han mantenido contactos con Ferraz, pero hasta ahora no han sido capaces de pactar una propuesta común de enmiendas. La presidenta siempre ha tenido una postura nítida en este asunto y rechazar la moción significaría tanto como traicionar sus principios. El dilema en el que están inmersos en la bancada socialista se deduce de las propias palabras de Mario Jiménez: «Vamos a trabajar por que haya el máximo acuerdo a una posición que signifique que el Parlamento andaluz respalda las instituciones del Estado en la defensa del orden constitucional». Pero, a renglón seguido, añadió a los periodistas que también va a trabajar «para que haya una posición coherente con el PSOE en todo el territorio».

El partido de Sánchez se descolgó a última hora del apoyo a la propuesta en las Cortes

El aparato federal no lo va a poner fácil. Desde Málaga, la presidenta del partido, Cristina Narbona, insistió en que el PSOE ya fijó su posición en el Congreso cuando se opuso a la moción de Cs. El partido de Sánchez se descolgó a última hora del apoyo a la propuesta en las Cortes después de que Albert Rivera rechazara incluir una enmienda que abogaba por «abrir un espacio de diálogo y buscar una salida pactada y legal» al problema catalán. El PSOE, Podemos y los grupos nacionalistas e independentistas impidieron que la iniciativa prosperase.

Apoyar a los andaluces

En el PSOE andaluz no se contempla, ni de lejos, la hipótesis de coincidir con Podemos e IU en su rechazo a una moción similar. Para dejar patente su voluntad de pactar, ha presentado dos enmiendas parciales que el partido de Juan Marín aceptaría porque «no cambian el sentido» del texto. Ha propuesto apoyar a los andaluces que viven en Cataluña y a los alcaldes no independentistas que están sufriendo acoso por defender la ley.

Ciudadanos, que de momento cuenta con el voto de los 33 diputados del PP, tiene claro que no va a admitir ninguna apelación al diálogo antes del 1-O en su texto , a través de una enmienda in voce . Su objetivo, recalcó Marín, es buscar la unidad de todos los partidos constitucionales. «Lo que tenga Pedro Sánchez, la señora Díaz y el resto de compañeros del PSOE entre ellos, no corresponde a mi partido».

En la sociedad civil andaluza también toman posiciones contra el «procés». El comité ejecutivo de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA) aprobó una declaración de apoyo a «la Constitución, con la unidad de España y el íntegro respeto al or den democrático». La Unión Cívica del Sur de España cerró filas con el Gobierno de la Nación, del Poder Judicial y de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad ante la deriva soberanista.

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