Antonio Maíllo (IULV-CA) y Teresa Rodríguez (Podemos), juntos en el Parlamento de Andalucía
Antonio Maíllo (IULV-CA) y Teresa Rodríguez (Podemos), juntos en el Parlamento de Andalucía - EFE
PARLAMENTO DE ANDALUCIA

Podemos Andalucía e IU inician sus nuevas relaciones juntos con la presentación de una Ley de Educación

Sus líderes se reúnen esta tarde con los colectivos del sector para consensuar una «claúsula suelo» de inversión obligatoria

SEVILLA Actualizado: Guardar
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Tanto Antonio Maíllo, coordinador de IU, como Teresa Rodríguez, su homóloga en Podemos, aseguran que no van a fusionarse en el Parlamento andaluz –aunque buscan una futura confluencia electoral– pero este miércoles han iniciado un camino de iniciativas conjuntas. Las dos formaciones van a presentar una proposición de Ley de Educación de Andalucía cuya tramitación ya han iniciado y que se va a consensuar tanto con los sectores afectados (padres, profesores, asociaciones, plataformas...) como con el resto de grupos políticos.

La base fundamental de esta nueva norma, que será muy difícil no aprobar según ha dicho la diputada de Podemos Libertad Benítez, es que establece una «claúsula suelo» de inversión en Educación que sería igual a la prevista en el Presupuesto 2017. «Se trata de blindar el sistema público y, a partir de ahí, que se aumenten las inversiones en Educación».

Libertad Benítez ha desgranado los recortes que se han producido en esta materia desde el año 2012, «y la que la Junta niega». Así, se ha referido a la reducción en un 8,4% de la inversión entre ese año y 2015 y al despido de 7.379 docentes en ese mismo período, al tiempo que ha destacado que la educación concertada ha crecido en 63 millones de euros desde 2015, si bien 23 millones son los que se incluyen en este año para devolverles a los docentes la parte correspondiente de la extra de 2012 que se les quitó.

Antonio Maíllo, por su parte, ha presentado su propuesta de un «libro blanco» para quitar burocracia al sistema educativo andaluz. El líder de IU considera que los docentes dedican demasiado tiempo a resolver papeleo y que sería mucho más productivo que esas horas de trabajo las destinasen a los alumnos, «para mejorar su actividad como docentes y el seguimiento de los procesos de aprendizaje del alumnado».

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