El Parlamento intentó talar las palmeras de su patio central sin los informes obligados

Una asociación frenó la supresión mediante una denuncia a la Guardia Civil

Las palmeras están el el patio principal del Parlamento y son, además, parte del logo de la institución JUAN JOSÉ ÚBEDA

STELLA BENOT

La falta de informes para tomar decisiones en la gestión diaria del Parlamento de Andalucía parece haberse convertido en una costumbre. A la polémica suscitada por la contratación a dedo de una campaña para las redes sociales del presidente de la Cámara, Juan Pablo Durán , con la empresa donde trabaja su sobrino, se une el intento que el Parlamento ha hecho de talar catorce palmeras washingtonias robustas que decoran el Patio del Recibimiento, el más noble de todo el recinto y que está delante del hemiciclo.

No se trata de un mero asunto de jardinería o de exorno de la Cámara sino de algo mucho más profundo. Porque la supresión de estas palmeras no se ha llevado a cabo gracias a la denuncia que la Asociación Multisectorial de la Jardinería Andaluza, Amja, interpuso ante la Guardia Civil tres días antes de la tala prevista, ya que sus tres requerimientos al Parlamento andaluz, dos al presidente y uno a la Mesa del Parlamento, resultaron infructuosos. La denuncia se produjo el viernes 18 de agosto después de que esta asociación de jardinería tuviese conocimiento de que la tala de las palmeras iba a producirse el lunes 21 de agosto, cuando el edificio permanece cerrado por vacaciones y sólo se mantienen servicios mínimos de algunos funcionarios que se quedan de guardia por si surge algún problema.

En el emblema

Las palmeras washingtonias robustas son, además, parte de la identidad corporativa del Parlamento de Andalucía y forman parte del patrimonio vegetal de la comunidad autónoma. Así, en el logo de la institución donde reside la soberanía del pueblo andaluz se muestra la fachada principal del edificio en la que sobresalen las copas de las palmeras que han estado apunto de talarse. Es el símbolo de la Cámara que se utiliza además para documentos oficiales y representativos.

Lo más llamativo del caso es que el antiguo Hospital de las Cinco Llagas es un conjunto monumental declarado Bien de Interés Cultural, BIC , por lo que no puede alterarse de ninguna manera si no media un informe favorable de la Consejería de Cultura. Unas exigencias que la Junta se toma muy en serio como muestra lo que ha ocurrido recientemente con el órgano del convento de Santa Inés en Sevilla, cuya restauración sin autorización previa ha costado una multa a las monjas del convento. Pues bien, este informe de la Consejería de Cultura no existe en el caso de las palmeras del Parlamento, tal y como reconoce el jefe del servicio de Protección del Patrimonio Histórico Andaluz en un escrito que envió a la asociación denunciante. Pero no es el único informe que falta. Tampoco consta ningún informe de la Gerencia de Urbanismo de Sevilla que es condición imprescindible para el apeo de cualquier especie vegetal de la ciudad.

No tiene permiso ni de la Consejería de Cultura ni de la gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Sevilla

Hay más puntos oscuros en este asunto que llaman la atención. Porque el informe técnico que avala la tala de las catorce palmeras de la zona noble de la Cámara, donde además se encuentra el busto de Blas Infante que el pueblo de Casares regaló a todos los andaluces, tiene un baile de fechas que es, cuanto menos, curioso.

El informe sobre el estado de las palmeras que justificaba su tala fue visado por el Colegio Oficial de Ingenieros de Montes el 23 de agosto de 2017, es decir, dos días después de la fecha prevista para la tala de las mismas (el 21 de agosto) y más de un mes después de que la asociación Amja lo solicitase oficialmente al Parlamento andaluz. Sí es cierto que el técnico que lo firma, un ingeniero de Montes que trabaja en la empresa privada concesionaria del mantenimiento de los jardines del Parlamento, lo firmó el 23 de marzo. Esa es la fecha que aparece al final del informe, aunque sin ningún sello oficial, ni de la Cámara ni de la empresa privada, que certifique la autenticidad de la misma.

Riesgos

Otra cosa distinta son las conclusiones del informe. Tras un estudio por el método VTA (Análisis Visual del Árbol), se afirma que hay siete palmeras que presentan un «riesgo considerable» mientras que las otras siete tienen «un riesgo moderado». A pesar de esta calificación, la decisión del Parlamento era talarlas aunque en ningún documento oficial, al menos que haya tenido acceso ABC y la asociación Amja, se concluye que la solución sea su tala.

La gerente de esta asociación de jardinería, Aurora Baena, explica a ABC que, además, el informe técnico «es patético desde el punto de vista de biología vegetal . Si están mal hay que talarlas porque primero están las personas, pero ese informe tiene múltiples carencias y lagunas». En una buena parte, se centra en describir las características generales de estas palmeras y cómo tiene las hojas para realizar la fotosíntesis.

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