Menos rejas y más retretes en los Centros de Internamiento de Extranjeros de Tarifa y Algeciras

El auto de la titular del Juzgado de instrucción número 1 de Algeciras Belén Barranco Arévalo sobre los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Tarifa y Algeciras ha levantado más de una ampolla. Menos rejas y más retretes. La juez aconseja que estos espacios dependientes del Ministerio del Interior «sufran una profunda reforma» y eso que ambos cuentan con una absoluta limpieza y ofrecen a los internos una adecuada alimentación y servicio médico, como aspectos positivos a destacar, según Barranco.

Entre las carencias que comparten estos dos centros destaca la «ausencia absoluta de luminosidad en las habitaciones» por la presencia de rejas en las ventanas y por la inexistencia de luz artificial; que las habitaciones se cierran desde fuera con candado metálico y que la Administración no facilita a los internos muda interior, por lo que los extranjeros solo cuentan con la que le facilitan las organizaciones humanitarias.

Del CIE de Algeciras critica la «inexistencia de espacios lúdicos» ya que tiene patios «claustrofóbicos» tanto en el módulo de hombre como en el de mujeres, pues su tamaño, dice la juez, no supera el de cuatro coches de mediano tamaño.

Además lamenta que las visitas del exterior en este centro se realizan con mamparas de cristal y hierro entre el interno y su visita, algo «más propio de un régimen carcelario» que de un centro de internamiento temporal donde no está restringido el derecho a la libre comunicación, dice la jueza.

En el caso del CIE de Tarifa Belén Barranco explica que las visitas se mantienen en unos bancos ubicados a la entrada sin ninguna intimidad y critica la «absoluta masificación» en las habitaciones, que son tres módulos de literas para 24, 14 y ocho internos. En estas habitaciones no hay lavabo y para defecar u orinar los internos tienen «un boquete en el suelo recubierto de aluminio» en el que hacen sus necesidades a la vista del resto de internos.

Que la situación es «crítica» lo demuestra que los propios policías que trabajan allí han elevado sus protestas. El Sindicato Unificado de Policía (SUP) ha reiterado que ninguno de los dos «cumplen las condiciones de seguridad y salubridad necesarias, tanto para internos, como para los policías que allí desarrollan los 365 días del año su trabajo». El SUP asegura que, «como ejemplo, en el CIE de Algeciras el mobiliario de los diferentes puestos de seguridad, así como otras dependencias operativas, adolecen de mobiliario óptimo, deja mucho que desear en cuanto a su estado e higiene, el sistema de climatización no funciona o la instalación eléctrica es defectuosa».

En el caso del CIE de Tarifa hay además otro problema añadido. La isla donde se ubica, de acceso restringido, tiene un perfil turístico interesante, forma parte del Parque Natural del Estrecho y cuenta con una cantera ya utilizada por los árabes. Está muy codiciada tanto por el Ayuntamiento como por la Junta. Desde la propia Administración Central se plantea si mejor que hacer reformas en este antiguo pabellón militar que ahora ocupa no sería mejor hacer un centro nuevo.

«Abrir un debate»

Sobre la naturaleza de los centros de internamiento el propio delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz, considera «conveniente abrir un debate sobre su funcionamiento y gestión». Que el modelo necesita «adaptaciones» es tan evidente que el PP prepara desde hace tiempo nuevos reglamentos para los CIE que pasarían a llamarse Centros de Estancia Controlada de Extranjeros. En todo caso, mientras todo esto ocurre, ya desde la ONG Algeciras Acoge, su presidente Jesús Mancilla ha dicho que van a ser muy vigilantes con el auto de la juez y exigir que se cumpla.