Juanma Moreno dice en el Parlamento que el Gobierno central reduce las peonadas por la sequía

Susana Díaz afirma que hay medio millón de parados menos en Andalucía desde que es presidenta en 2013

Susana Díaz, Juanma Moreno y Teresa Rodríguez coincidieron en el patio del Parlamento RAÚL DOBLADO

STELLA BENOT

Los líderes políticos andaluces se enfrentaban este viernes por primera vez cara a cara en el Parlamento con la sensación de que el año que les queda por delante será decisivo para la próxima Legislatura , aunque no se adelanten las elecciones autonómicas. Tal vez por eso sus intervenciones tuvieron más contenido del que suele ser habitual en la sesión de control al Gobierno andaluz.

El empleo, la principal preocupación de los andaluces, ocupó la mayor parte de los debates, sobre todo entre Susana Díaz y Juanma Moreno , que se enzarzaron en un cruce de datos. Pero en esta ocasión el líder de los populares andaluces pudo hacer un anuncio que ha sido demandado por las organizaciones sindicales agrarias . Juanma Moreno avanzó que el Gobierno central va a reducir las peonadas obligatorias para cobrar el subsidio agrario, una medida que va a tener carácter retroactivo y se aplicará desde el 1 de septiembre de 2017 . Fue su principal baza para mostrar a Susana Díaz su preocupación por el empleo y argumentar que Andalucía «no está aprovechando ese fuerte viento de cola de la recuperación económica».

Según explicó Moreno, a partir de septiembre serán necesarias 20 peonadas en lugar de 35 como hasta ahora para poder cobrar medio año del subsidio agrario. Esta medida se va a incorporar a iniciativa del PP andaluz como una enmienda en la Ley para paliar los efectos de la sequía que se está tramitando en el Senado. El PP ha elegido precisamente esta vía por ser la más rápida para que los trabajadores puedan beneficiarse de esta rebaja debido a las duras condiciones del sector agrícola andaluz.

Según los datos del Gobierno de España, la rebaja va a beneficiar a 56.863 andaluces que se han visto afectados por las sequía que ha supuesto una caída en la producción del olivar del 20% respecto a la campaña anterior.

«Datos incontestables»

Pero también Susana Díaz llevaba artillería preparada. La presidenta dio muchos datos para afirmar que la comunidad autónoma tiene medio millón de parados menos, según la Encuesta de Población Activa (EPA) desde que Gobierna en el año 2013, y además se han creado 400.000 nuevos empleos , unos datos que calificó de «incontestables y contundentes».

Aunque asegura reiteradamente que no habrá elecciones en este año 2018, Susana Díaz dio la impresión de estar ya en campaña. En varias ocasiones —en todas las que le fue posible— se refirió a Juanma Moreno y los diputados del PP como «la esquina de la ansiedad» tratando de contrarrestar así la estrategia de los populares que insisten en que habrá adelanto electoral.  

La presidenta andaluza sostiene que, aunque los datos de empleo del mes de enero no son positivos, hay que analizar la situación con algo más de perspectiva ya que en el cuarto trimestre del 2017, en empleo aumentó en Andalucía en 19.300 personas. En el último año, el ritmo de creación de empleo ha alcanzado el 4,4 por ciento, prácticamente el doble que en España que estaba en el 2,65%.

Y las perspectivas económicas son buenas para este año 2018, por lo que prometió «estabilidad y confianza destinando 2.183 millones de euros para la creación de empleo ».

«Una 'pechá' de hablar»

La premisa de trabajo de Susana Díaz en estos meses pasa por mostrar tranquilidad y seguridad frente a sus rivales políticos a los que presenta nerviosos y preocupados. También frente a Juan Marín, su socio en el Parlamento . Con un tono de ironía la presidenta le respondió que pidiese «más diálogo con las fuerzas parlamentarias para poder llegar a acuerdos y avanzar en Andalucía porque no sabemos quién puede estar sentado en la Presidencia de la Junta en otras legislaturas». «No se puede quejar de hablar conmigo, nos pegamos alguna que otra ‘pechá’ de hablar » fue su respuesta para también recordarle la complicada situación interna por la que está pasando Marín, con presión de una parte de su formación política por su «entreguismo» a Susana Díaz.

La portavoz de Podemos, Teresa Rodríguez , quería escuchar a Susana Díaz hablar de pobreza energética , un discurso dirigido a sus votantes y en el que elevó el tono. La líder morada estaba molesta, y así lo hizo ver, porque el Parlamento rechazó el pasado jueves su ley para dar más transparencia a las hipotecas. «A los miembros de mi grupo nos ha costado trabajo saludar a algunos diputados en esta sesión», dijo para el asombro de algunos y la fácil respuesta de la presidenta, «a mí nunca me cuesta mostrar respeto a los representantes de los andaluces, aunque discrepemos».

Antonio Maíllo, líder de IU , quería hablar de la financiación autonómica, un asunto que también preocupa mucho en sus filas y que no quiere que capitalice sólo la presidenta andaluza. Maíllo sí logró el compromiso público de Susana Díaz : «El modelo que defenderá la Junta será el que salga del Parlamento y para que tenga fortaleza es fundamental el acuerdo».

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