Los hoteles de la costa de Andalucía luchan por abrir también durante todo el año

Los establecimientos del litoral andaluz buscan alternativas para romper con la estacionalidad del turismo

Los hoteleros andaluces quieren alargar la temporada ABC

M. MOGUER

Con más del 90 por ciento de ocupación en los hoteles de la Costa del Sol para este puente de la Constitución, los profesionales del sector han constatado que la temporada de verano se extiende ya hasta bien entrado el otoño. El buen tiempo y el éxito de público han llevado al sector no solo en Málaga , sino en todo el sector del litoral andaluz a plantearse la apertura en la temporada baja también.

Dicho y hecho. « El objetivo de los hoteleros de la Costa del Sol es abrir el cien por cien de los hoteles de la provincia los 365 días del año». Son palabras del presidente de la patronal malagueña de los hoteleros, Luis Callejón Suñé . Esta aspiración es una lucha histórica del sector: desligar el turismo del sol y playa y generar negocio todo el año.

«En Málaga, el 78 por ciento del PIB , directa o indirectamente, tiene que ver con el turismo», explica Castejón. Con ese dato en la cabeza, se entiende la importancia de extender el negocio también a los meses de invierno, que no de frío : «En la Costa del Sol tenemos de media en invierno dos o tres grados menos que Canarias solo», reivindica Castejón.

Solo en la Costa del Sol, el año pasado 66 hoteles se cerraron en temporada baja en algunos casos, para arreglar sus instalaciones. La situación este año ha cambiado y hay entre un cinco y un diez por ciento de esos establecimientos que han decidido permanecer abiertos también en invierno. «Está el Sol y Miel de Benalmádena o La Rampa de Fuengirola», explica Castejón.

Desde la Junta de Andalucía ven con buenos ojos esta iniciativa de abrir todo el año. La administración puso en marcha un plan de choque contra la estacionalidad del turismo en la comunidad. Dotado con 16,55 millones de euros, busca «una mayor homogeneidad de la actividad y mejorar la distribución de los flujos viajeros», según la Consejería de Turismo y Deporte.

«Nadie te garantiza que en noviembre o diciembre vaya a hacer buen tiempo», razona por su parte Antonio de María Ceballos, presidente de la Federación de Empresarios de Hostelería de Andalucía y de la Federación de Empresarios de Hostelería de Cádiz . En esta provincia no tienen tan claro el abrir en temporada baja. «Aquí tenemos una temporada y no hay más, nadie va a abrir más allá», declara. Esto, explica, «es como la temporada del vino. Si tienes una cosecha buenísima no la alargas , solo recolectas». Lo que sí reconocen también en Cádiz es que esta temporada alta está siendo especialmente buena este año: «Hemos incrementado el volumen de negocio durante octubre y noviembre. Estamos al 90 por ciento de o cupación ahora mismo y hace años, esta era una época mucho más floja», explica Ceballos.

Mientras, en Málaga no miran a otras provincias , sino que apuestan por ser ellos la puerta de entrada del turismo en invierno y luego «redistribuir a los turistas», indica Castejón. «La idea que queremos vender es que si un turista quiere esquiar por la mañana y estar en la playa por la tarde, puede hacerlo aquí en Andalucía en temporada baja».

Castejón tiene claro que Málaga y su costa son la clave para la ansiada desestacionalización del turismo . «Aquí tenemos once meses de calor y uno de muchísimo calor, agosto», bromea. «Nuestro gran problema es que no hemos conseguido vender la oferta de invierno en la Costa del Sol ni en el resto de Andalucía», resume.

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