Sede de la Escuela Oficial de Idiomas de Sevilla, que carece de aire acondicionado
Sede de la Escuela Oficial de Idiomas de Sevilla, que carece de aire acondicionado - J. FLORES

Exámenes a 45 grados y lipotimias por el calor en escuelas oficiales de idiomas de Andalucía

Los recortes pasan factura a estos centros públicos, lastrados por deficiencias; la Junta promete valorar las quejas que reciba

SEVILLA Actualizado: Guardar
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«It’s very hot». La misma frase puede escucharse, en diferentes idiomas, en las aulas de diferentes escuelas oficiales de idiomas de Andalucía. Uno de los días más temidos por alumnos y profesores es la jornada de los exámenes en la doble convocatoria de junio y septiembre. A los nervios y el cansancio se une otro enemigo aún más despiadado: el calor. Un bochorno para la que no existen medidas paliativas. Una guerra perdida, hasta ahora, para los equipos directivos de los centros que han enviado escritos a las delegaciones territoriales de Educación para reclamar equipos de aire acondicionado e inversiones con las que parchear las numerosas deficiencias que presentan las instalaciones.

Un día después de que la Junta de Andalucía haya anunciado que financiará a los estudiantes universitarios una segunda beca para estudiar una segunda lengua foránea con una certificación B1 o superior, ésta es la otra realidad que se esconde en las aulas de las escuelas de idiomas.

Representan el único medio oficial de acreditar los niveles de competencia de una lengua extranjera en Andalucía al margen de las enseñanzas obligatorias.

Cinco años de poda presupuestaria han pasado factura al eslabón más débil de la cadena de la educación pública: han desaparecido los auxiliares nativos de conversación, se han reducido las clases de apoyo, la biblioteca funciona a medio gas, la oferta de plazas en los niveles superiores (C1 y C2) en los idiomas más demandados como el inglés es insuficiente. No hay dinero para pintar las paredes, adecentar fachadas, comprar medios técnicos y la Administración tarda semanas en sustituir a profesores de baja médica.

Conforme se acerca el verano y comienzan las pruebas de certificación estos centros rinden su particular tributo a la popular canción de Radio Futura. Son escuelas de calor.

ABC ha contactado con varios centros oficiales de idiomas. Las quejas son recurrentes. Fuentes consultadas del único centro oficial de idiomas de Sevilla, que depende de la Delegación de Educación, cuentan que en cursos anteriores han tenido casos de lipotimias y bajadas de tensión en alumnos y docentes. «El pasado curso a una profesora le dio una lipotimia y otro profesor que estaba en un tribunal de oposición tuvo una bajada de tensión».

«En la planta de arriba hemos tenido temperaturas de 45 y 46 grados en días de pruebas de certificación», cuando los alumnos pasan cuatro horas en un aula sin más protección que un ventilador que hay que apagar para realizar el ejercicio de comprensión oral. En este centro están matriculados 3.500 alumnos incluyendo los del programa That’s English! y los de enseñanza libre.

«Para que nos pusieran el aire se basan en una media anual que no se supera porque el calor del verano se compensa con los meses de invierno. Julio y agosto se restan», aclaran.

«Los cursos anteriores hemos enviado escritos para pedir aire y otros medios, pero no contestan desde la Delegación», lamentan desde este centro que ha tenido que sacar de donde no hay, estirando al máximo la partida gastos de funcionamiento, para darle poco a poco «un lavado de cara» a estas dependencias situadas en la barriada de Macarena de la capital hispalense. A costa de mucho esfuerzo, el equipo de dirección se las ha ingeniado para instalar un falso techo, poner luces Led, pintar puertas y paredes y colocar proyectores y ordenadores en las aulas.

Ventiladores

La falta de aire acondicionado también ha generado críticas entre algunos de los 1.800 alumnos matriculados en la Escuela Oficial de Idiomas de Jaén, quienes reciben clases o se examinan en aulas cuya temperaturas alcanza los 40 grados. Fuentes del centro admiten el malestar y aseguran que enviará un escrito a la Consejería de Educación para que le proporcione fondos que posibiliten la instalación de aparatos de refrigeración. Como medida preventiva, los exámenes se realizan en las aulas más frescas, con las persianas bajadas y ventiladores.

El mercurio también preocupa a los alumnos de la escuela oficial de Cádiz pero por otros motivos. Las bajas temperaturas durante el pasado invierno obligaron a alumnos y profesores a pertrecharse de bufanda y chaquetón para dar clase. Desde el centro expusieron que la instalación eléctrica no estaba preparada para aguantar la conexión de radiadores. Los alumnos protestaron y responsables de la Delegación tuvieron que reunirse con ellos para apaciguar los ánimos.

Respuesta de la Consejería

Desde la Consejería de Educación contestan a ABC que solo tienen conocimiento oficial de una queja en Cádiz y ninguna en Jaén y Sevilla. «Aun así, se valorarán las distintas quejas, reclamaciones o mejoras que se reciban», añaden. Afirman que la Consejería elabora un diagnóstico técnico del estado de los 6.000 edificios de los más de 4.500 centros educativos de la comunidad para comenzar a ejecutarlo cuanto antes, lo que incluye a las escuelas de idiomas.

Fuentes de la Consejería aseguran que este verano comenzarán las primeras acciones de climatización en aquellos centros que requieran una intervención inmediata. «Una vez acabe el análisis de situación se diseñará un ambicioso Programa de Climatización Sostenible y de Rehabilitación Energética, que se guiará por el rigor técnico, tendrá carácter plurianual y dará una solución adecuada y sostenible a cada centro», insisten.

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