La carbonería de Moguer rebate ser la causante del fuego de Doñana

La investigación de la Junta cree que el incendio pudo ser por unas ascuas de carbón

Responsables de la empresa charlan antes de entrar en el despacho de la juez que lleva el caso ALBERTO DÍAZ

M. ROSA FONT

Jornada maratoniana en los juzgados de Moguer, donde se investigan las causas y circunstancias que rodearon al mayor incendio registrado este verano en Andalucía —con 8.500 hectáreas devoradas por el fuego—, que puso contra las cuerdas al corazón del Espacio Protegido de Doñana al quedar las llamas a las mismas puertas del parque. Los responsables de la empresa Carbones Fergón SL, ubicada en una zona rústica cerca del espacio natural, el administrador, el encargado y un tercer trabajador de una subcontrata —citados en calidad de investigados— negaron ayer, uno a uno, las conclusiones del informe realizado por la Brigada de Investigación de Incendios Forestales (BIIF), dependiente de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta. Este documento señala que el fuego se produjo a consecuencia de una negligencia por descuido, después de que las partículas de carbón vegetal salieran de los hornos y se dispersaran por la acción del viento, reactivadas así y convertidas en ascuas.

Las medidas de seguridad que la empresa debe tener en vigor centraron los interrogatorios

En sede judicial, en el Primera Instancia e Instrucción 2 de Moguer, los investigados cambiaron de estrategia y, en lugar de guardar silencio, como hicieron ante los investigadores de la Guardia Civil, optaron por responder a la totalidad de las partes. Los interrogatorios, en los que participaron junto a la instructora, el fiscal de Medio Ambiente, el representante legal de la Junta, dos bufetes en representación de afectados, el abogado de una aseguradora y la defensa, se prolongaron de forma casi ininterrumpida hasta la tarde, durante más de ocho horas.

Las medidas de seguridad que la empresa debe tener en vigor —como cortafuego perimetral de una anchura mínima de ocho metros y desprovisto de vegetación, vigilancia permanente durante los períodos de combustión y disposición de los medios materiales de autoprotección— , recogidas en la autorización administrativa concedida por la Junta para la producción de carbón vegetal, y la vigilancia de la factoría centraron los interrogatorios. Fuentes consultadas por ABC señalaron que el administrador, primero, y posteriormente los otros dos responsables de la carbonería , mantuvieron que el fuego «no salió de aquí», posición que la empresa ha avalado con un informe pericial de parte para rebatir el contenido del documento de la Junta y el atestado de los investigadores de la Guardia Civil.

En cuanto a los movimientos de tierra detectados al día siguiente de producirse el incendio (24 de junio) en el talud perimetral que rodea las instalaciones y que, según la BIIF, se hizo para ocultar huellas que pudieran inculpar a la carbonería, los investigados incidieron en que tales movimientos se llevaron a cabo para apagar un foco. En cuanto al hecho de estar trabajando en un día de condiciones climáticas adversas — elevadas temperaturas y vientos racheados —, manifestaron que se consideraba que «no había peligro». Tras las declaraciones de los responsables de la carbonería, la instrucción continuará con manifestaciones de testigos y afectados.

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