Cádiz se replantea el último «botellódromo» andaluz

El último informe del Defensor del Menor de Andalucía advierte de que ahora este fenómeno se esconde en polígonos industriales, en zonas apartadas y playas

«Macrobotellón» en el recinto ferial de Córdoba Álvaro Carmona Álvaro Carmona

ABC

Granada dejó hace un año de ser la capital nacional del botellón cuando cerró el recinto que miles de jóvenes convirtieron cada Fiesta de la Primavera en el «botellórdomo» más famoso de España. Córdoba ya lo había suprimido en 2012 y en Sevilla nunca llegó a instalarse a pesar del interés que demostró en el proyecto la antaño concejal delegada de Juventud Susana Díaz. Ahora Cádiz se replantea si debe mantener como «zona de ocio» —eufemismo tras el que se esconde el último «botellódromo»de las capitales andaluzas— la plataforma de la Punta de San Felipe, en la zona portuaria.

El modelo de esta modalidad de ocio juvenil por la que los jóvenes se congregaban para beber alcohol parece definitivamente fuera de moda. Los botellódromos fueron una consecuencia de la Ley 7/2006 con la que la Junta prohibió el consumo de bebidas en la vía pública. La propia Ley permtía la instalación de estos recintos con el objetivo de acabar con las grandes concentraciones de jóvenes que se hacinaban en zonas céntricas de las ciudades con las consiguientes molestias de ruido, suciedad y daños al mobiliario urbano.

Ahora la tendencia ha cambiado. El último informe del Defensor del Menor de Andalucía advierte que ahorael botellón se esconde en polígonos, zonas apartadas y playas. Ya no hay macro botellones como hace una década, sino que el fenómeno se ha reducido de tamaño y ahora lo que se estila es el «microbotellón». Aunque la norma autonómica que prohibe beber en la v´çia pública sigue vigente, los botellones no han desaparecido. Solo mutado y huido de la luz del centro de las ciudades para refugiarse a las afueras. Que el fenómeno no moleste (tanto), no quiere decir que se haya erradicado. Solo es que se ve menos.

Cádiz

La caducidad de la conceción del paseo superior de la Punta de San Felipe utilizada hasta ahora como zona de concentración del botellón gaditano, ha abierto un debate en la ciudad sobre la continuidad del modelo. EL Ayuntamiento ha invitado a 22 colectivos ciudadanos a un «proceso participativo» que en noviembre debe decidir qué hacer. El botellódromo de San Felipe logró trasladar la marcha juvenil del Paseo Marítimo. Ahora hay colectivos que consideran prescindible el espacio. Los adolescentes y veinteañeros de Cádiz ya buscan refugio nocturno en zonas turísticas de la costa, donde llegan en autobuses que salen de la capital con chavales cargados de bolsas con alcohol y vasos para el botellón. Conil, otra también meca del macrobotellón, prohibió esta práctica en 2010 y el botellón se ha trasladado ahora a El Palmar.

Una imágen del «botellódromo» de Granada Roldán Serrano

Córdoba

En Córdoba, el fenómeno del botellón tampoco es ya no es lo que era. En 2012 el Ayuntamiento suprimió el «botellódromo» por razones de seguridad, después de que se produjeran numerosos incidentes e incluso dos jóvenes fueran apuñalados. Las inmediaciones del recinto ferial, bastante alejado de las zonas de bares, son a veces utilizadas por grupos dispersos de jóvenes pero sólo se abarrotan coincidiendo con la última de las fiestas de mayo, la Feria de Nuestra Señora de la Salud . Actualmente no existen zonas con concentraciones masivas de personas, pero la Policía ha detectado un «resurgir» del botellón en el Polígono Industrial de Chinales. Esto se suma a la aparición de una nueva tendencia: locales que permiten a los jóvenes consumir su propio alcohol dentro de los establecimientos, previo abono de una entrada, una especie de botellón «indoor».

Almería

En Almería capital tras los esfuerzos realizados por los responsables municipales, es raro localizar botellón en el centro histórico. Sin embargo, la picaresca ha provocado el traslado de este tipo de concentraciones a zonas más alejadas, sobre todo con el buen tiempo. Junto al Parque de Las Familias , en el antiguo recinto ferial, los fines de semana se registran estas prácticas algo que ya han denunciado los vecinos.

Huelva

Huelva sigue la estela de las demás capitales andaluzas. El botellón, antaño un problema, se ha ido atomizando y dispersando por la ciudad, de modo que causa muy pocos problemas a los vecinos. Las congregaciones multitudinarias para beber en la calle son algo anecdótico. Lo que sí existen son pequeños grupos de jóvenes que se rúnen cerca del estadio Colombino o en el puerto, muy alejados de los núcleos de población. Así, las denuncias y quejas vecinas han caído exponencialmente en los últimos años.

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