Una vecina de Mazagón narra cómo perdió su vivienda por el incendio de Doñana
Una vecina de Mazagón narra cómo perdió su vivienda por el incendio de Doñana - ABC
INCENDIO EN MOGUER

Una afectada por el fuego de Doñana: «Tenemos una casa sin techo y todo está lleno de escombros»

Macarena Medina, vecina de Bormujos, cuenta su odisea al salir de su casa en Mazagón, la más afectada por las llamas

SEVILLA Actualizado: Guardar
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La casa de Macarena Medina, vecina de Bormujos (Sevilla), se ha desplomado. Literalmente. El pavoroso fuego de Moguer que ha calcinado cientos de hectáreas en el preparque de Doñana hizo trizas el pasado sábado el techo de la casa que le dejó su madre en Mazagón, después de aguantar durante más de 40 años en pie. De madrugada, con lo puesto y acompañada de su marido y su hija, ambos en pijama, Macarena tuvo que abandonar la casa más afectada por las llamas en el pueblo onubense. Ahora no se atreve ni a ver las imágenes de destrucción en la televisión.

Se ha caído el techo de la casa y todo está lleno de escombros. «Tenemos una casa sin techo, llena de escombros, con todas nuestras cosas dentro», ha lamentado.

«Nos fuimos huyendo despavoridos porque temíamos por nuestra vida», ha relatado este martes en el programa «Espejo Público» de Antena 3. Su historia es un relato de terror. «Cuando subimos a la carretera ya era imposible coger el coche; a cuatro o cinco metros de distancia había unas llamas impresionantemente altas. No podíamos ver. Gracias a Dios, yo conseguí llegar al coche, arrancarlo y salir de allí corriendo como pudimos. La casa se quedó abierta de par en par», cuenta.

«Mi objetivo era salir de allí, eso era una ratonera», expone Macarena Medina, que también ha contado su caso en el programa «La tarde aquí y ahora», de Canal Sur. Después de que se marcharan a toda prisa, pasada la medianoche, el tejado se incendió, producto de las chispas y pavesas que fue desplazando ese viento enloquecido. Era de madera, cubierto con tejas. Puro combustible para el fuego.

Al llegar a la carretera, encontraron otros coches que salían del cercano camping de Mazagón y del hotel. Llegando a la rotonda de Mazagón, se toparon con dos patrullas de la Guardia Civil que nos indicaban que fuéramos para Palos o Huelva porque la carretera hacia Matalascañas estaba cortada».

Macarena da fe de que no ha vivido «un momento tan angustioso» en su vida. Un trauma que le impide ver las imágenes de su casa derruida. «Mi hija no quiere volver allí», afirma. Poco antes del incendio que venía de las Peñuelas, del que se enteró por las redes sociales, estaba participando en el convite de la boda de su vecina, en la casa colindante a la suya. «Mi hermana nos dijo que había fuego, vimos el resplandor y dije a mi marido y a mi hija que se levantaran de la cama» para salir huyendo.

«Los bomberos nos han dado lo poco que han podido rescatar, pese a que se han jugado la vida», afirma Macarena, que está inmensamente agradecida a los efectivos y las autoridades. «Nos sentimos muy afectados, el calor hace que haya más fuego. Los bomberos no dan abasto», añade.

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