Recreación de una de las villas que se van a construir
Recreación de una de las villas que se van a construir - ABC
ECONOMÍA

La urbanización que uno de los hombres más ricos de Inglaterra plantea en Marbella

Altos niveles de seguridad y sólo cinco mansiones rodeadas de naturaleza con unos precios de salida que parten de los siete millones de euros

MARBELLA Actualizado: Guardar
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Una de las principales fortunas británicas se ha fijado en Marbella para crear un paraíso para los grandes empresarios árabes y del norte de Europa, sobre todo nórdicos, que se acercan a la Costa del Sol en busca de un lugar de descanso alejado de la vida en las multinacionales que regentan. Sir John Beckwith, junto con su socio Mark Johnson, son los dueños de Pacific Investment, el fondo de inversión que quiere llevar a cabo en la zona norte de Sierra Blanca –Cascada de Camojan– uno de los proyectos de lujo más exclusivos, seguros y privados de Europa. El caballero del imperio británico está planteando un lujoso, y casi inaccesible, paraíso en una de las zonas naturales más bellas de Marbella.

Se trata de una comunidad de propietarios inspirada en el modelo de negocio de La Zagaleta, como remarcaban los propios promotores. Beckwith con una fortuna estimada de unos 400 millones de libras sigue ahondando en el sector inmobiliario de lujo, uno de los negocios que más dividendos le arroja por todo el mundo. El enclave se llamará Fontana y tendrá dos puntos de control de seguridad para el acceso. Son cinco villas, todas diferentes, pero con rasgos comunes. Según los promotores, el precio de salida será de siete millones de euros por villa, aunque variará dependiendo del lugar y las prestaciones.

Las mansiones estarán integradas en unas parcelas de 2.000 y 3.000 metros cuadrados, cuyos jardines y bosque estarán diseñados por reputados paisajistas internacionales. La frondosa vegetación separará las propiedades, haciéndolas emplazamientos unifamiliares dentro de una lujosa y excluyente comunidad. Las viviendas estarán construidas en plantas de entre 1.000 y 1.500 metros cuadrados con todos los servicios «deluxe» disponibles. Todas tendrán como factores comunes que albergan cinco dormitorios, cinco baños, patios, jardín, garaje y piscina. Una de ellas, cuyo precio se presupone superior al de resto de villas, tendrá incluida en la parcela una casa para invitados.

Habrá una amplia gama de servicios comunitarios de alta calidad. Los propietarios de estas cinco viviendas tendrán conserjes a su disposición, conexiones a internet o televisión internacional y todas las comodidades propias de la ciudad, así como los servicio «premium» de este tipo de enclaves en cuanto a jardinería, limpieza, cuidados del hogar, etc. «En un entorno de máxima seguridad, se busca que los clientes puedan tener una vida normal de acorde a su nivel de vida», señaló Christopher Penna, promotor del proyecto, durante la presentación del mismo.

No habrá uniformidad en las diferentes construcciones que se van a llevar a cabo y para las que está destinada una inversión de 40 millones de euros. «Se han buscado diferentes estilos con un diseño en cada casa, pero lo que más destaca en todo el proyecto es la belleza de la naturaleza. Tiene vistas de la montaña a la espalda y el mar en el sur», remató Penna. «No se quería imitar el concepto de casa lineal que se está propagando por todos lados y que puede estar en Marbella o en cualquier otro lugar. Se trata de mimetizar las construcciones con la naturaleza que las rodea», señaló Ignacio Sierra, arquitecto de la obra. «Son unas residencias que deben perdurar en el tiempo y no responder a una moda. Deben tener buenas proporciones con el entorno y ser respetuosas con la naturaleza que las rodea», añadió Sierra.

La obra está ajustada al planeamiento urbanístico del 1986, por lo que no tendrá problemas de ordenación y las licencias están en trámite. Se estima que una vez que sea concedida la licencia de obras se tarde unos 20 meses en desarrollar todo. Un proyecto que, según el socio de John Beckwith desde 1992 en este fondo de inversión, está blindado contra los avatares internacionales como el Brexit. «No es un problema porque nuestro capital es universal. Tenemos tanto en libras, como en dólares o euros. No es un problema para el desarrollo», señaló Mark Johnson.

Por otro lado, el proyecto pone un punto y final a las grandes inversiones en esta zona de Marbella. «Era la última gran parcela que quedaba libre. A partir de ahora no habrá grandes desarrollos en la zona, sólo quedan pequeños terrenos en venta. No habrá más proyectos de esta envergadura en la zona de Sierra Blanca y la Cascada de Camojan», concluyó Christopher Penna.

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