Una de las dueñas con el perro fallecido
Una de las dueñas con el perro fallecido - FACEBOOK
DENUNCIA

Seis días de peripecia para encontrar el cadáver de su perro

El animal se espantó con el ruido de los petardos en la playa para perros de Fuengirola y fue atropellado en una carretera cercana en Mijas

FUENGIROLA Actualizado: Guardar
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El pasado 29 de diciembre Taryn García paseaba con su mascota suelta por la playa de los perros de Fuengirola, cuando los sonidos de unos petardos espantaron al animal. Huyó despavorido. Se perdió sin remedio. Sus dueñas lo buscaron incesantemente por los alrededores sin suerte. Gory había desaparecido. Hasta las 3.00 horas recorrieron los lugares más cercanos sin hallar pista alguna. Volvieron durante los tres días siguientes, como explica la denuncia que Taryn García firmó ante la Policía Nacional. No apareció hasta que un mensaje el pasado 3 de enero en las redes sociales les avisó de la aparición de un perro que coincidía con la descripción de Gory. El animal había sido atropellado y el paradero del cadáver era una incógnita.

Esa mañana buscaron por el lugar donde fue atropellado y encontraron el collar del perro, no así el cuerpo del Gory. El animal había sido retirado por un vigilante de control de carreteras de la empresa Matinsa, dependiente del Ministerio de Fomento. Las dueñas del perro conocieron los datos de la muerte del animal. Según explica Taryn en la denuncia, tras el atropello acudió la Guardia Civil, que le dijo al conductor que se hiciera cargo del animal. Este rechazó el ofrecimiento y el vigilante se lo llevó al Centro de Control de Carreteras de Churriana para que la Guardia Civil hiciera una lectura del chip al día siguiente.

Se le perdió la pista. Las desesperadas dueñas llamaron a Tráfico, que no les dio noción del paradero del animal. Tampoco recibieron contestación positiva en el Centro de Control de Carreteras del Churriana, donde está prohibido llevar animales muertos, según la denuncia. Nadie le decía dónde estaba el perro perdido. Sabían que Gory estaba muerto, pero volvía a estar en paradero desconocido. Y no había pistas por las que continuar la búsqueda.

Finalmente, el martes día 3 de enero, según reza la denuncia ante la Policía Nacional, Matinsa les indica que el perro «fue depositado en las basuras de la gasolinera BP de Mijas». Se acercaron al lugar, pero el cuerpo de cánido no se encontraba tampoco allí. En el Ayuntamiento de Mijas le informan de que no hay ningún servicio municipal de retirada de animales muertos y les explican que no tienen constancia de la desaparición ni muerte de Gory. Vuelven a llamar a la Guardia Civil de Tráfico, donde les dicen que el perro debe estar en el Centro de Control de Carreteras de Churriana. Allí le vuelven a decir que el animal estaba en la zona donde lo atropellaron.

«Me están negando el paradero de un miembro de mi familia», es lo que Taryn García le espeta a su interlocutor en el centro de carreteras. Las comunicaciones se cortan. Hasta que a las 21.30 horas recibe la llama de Matinsa diciéndoles que su perro está depositado en el desvío del Faro de Mijas. Las dueñas de Gory van al lugar, después de una larga búsqueda encuentran una bolsa tirada en la cuneta. En el interior hallan el cadáver de Gory, seis días después de que el animal huyera asustado por los petardos de aquella playa.

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