Les pillan vendiendo droga en un puesto de chucherías de Málaga
Hay cuatro personas detenidas por estos hechos, según la Policía Nacional, cuerpo que ha llevado a cabo la operación
Cuatro personas han sido detenidas por la Policía en Málaga en una operación en la que ha sido desmantelado un punto de venta de cocaína y heroína en un puesto de chucherías ubicado en una vivienda de la barriada malagueña de la Trinidad.
En el registro del citado inmueble los investigadores se han incautado de 46 dosis de cocaína base y 28 de heroína , así como 9,23 gramos de cocaína en roca, 19,49 de heroína en roca y 9,23 de hachís.
También han intervenido dos balanzas de precisión y utillaje para la ocultación, preparación y transporte del estupefaciente, ha informado hoy en un comunicado la Policía, que ha precisado que los detenidos son tres hombres y una mujer con edades comprendidas entre los 29 y los 54 años .
Las investigaciones se iniciaron cuando los agentes tuvieron conocimiento de la existencia de un punto de venta de droga al menudeo ubicado en un inmueble de dicha barriada, por lo que se estableció un dispositivo .
Las primeras pesquisas condujeron a los investigadores hasta una vivienda en la que sus moradores - dos hermanos - regentaban un negocio de venta de chucherías .
Gracias al dispositivo de vigilancia, los agentes constataron la existencia de un gran trasiego de compradores que diariamente iban al inmueble a proveerse de drogas , alguno de ellos más de dos veces al día, y que el negocio era utilizado por los dos hermanos como tapadera para la venta al menudeo de cocaína y heroína .
Según las indagaciones, se pudo determinar que los investigados componían un entramado delictivo en el que cada uno desarrollaba una función.
Así, dos de ellos - un hombre de 43 años y su hermana de 45 , que además regentaban el negocio de chucherías- eran los encargados de vender la droga y guardar el dinero .
Los otros dos -dos hombres de 54 y 29 años , respectivamente- tenían la doble misión de captar a posibles compradores y conducirlos hasta el punto de venta, donde eran abastecidos por los dos hermanos, y por otra parte, vigilar las inmediaciones y avisar en caso de detectar la presencia de la Policía.
