El eje Málaga-Sevilla, antídoto para el fracaso vertebrador de la Junta

Era el partido de vuelta de una eliminatoria en la que sólo debe haber vencedores. En noviembre, en Sevilla, durante la primera jornada organizada por la Fundación Manuel Alcántara con el título «Desde las dos orillas. Málaga-Sevilla, afinidades y desencuentros», ya se habían sentado las bases de los beneficios que puede traer el eje Sevilla-Málaga. Este martes, con el mismo patrocinio de la Fundación Cajasol, se desarrolló el segundo encuentro en la capital de la Costa del Sol. En el Ayuntamiento, el mismo edificio que sólo un día antes había acogido la cumbre entre los dos máximos mandatarios de Francia y España, directores de periódicos andaluces y articulistas sevillanos y malagueños debatieron en torno a los localismos y las potencialidades de la cooperación entre ciudades.

El propósito estaba claro desde un principio. Porque ya hay un camino andado. En este sentido, el presidente de la Fundación Manuel Alcántara, Antonio Pedraza, quiso hacer un reconocimiento durante sus palabras de introducción tanto a Civisur, colectivo surgido desde la sociedad civil que defiende las sinergias, como a los alcaldes hispalense y malagueño y su «voluntad de concordia para luchar contra la corriente atávica que creó un desierto entre nosotros». «La unión hace la fuerza y la discordia la debilita», recapituló también el presidente de la Confederación de Empresarios de Andalucía, Javier González de Lara.

Comenzada la primera mesa redonda con directores de medios, que fue moderada por Rafael Porras, de «El Mundo», pronto se llegó a un consenso: la Junta de Andalucía ha fracasado estrepitosamente en las tres útimas décadas a la hora de vertebrar la comunidad —«con un coste altísimo», se quejó el director de «Diario de Sevilla», José Antonio Carrizosa— . Ya en su discurso de bienvenida, el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, se había mostrado muy crítico con la administración andaluza. Para que la colaboración entre ciudades funcione, adujo, es necesaria una postura «justa y ecuánime» desde el ámbito autonómico, algo que a su juicio apenas se ha dado.

Pero tras los lamentos, vinieron las esperanzas. Y ahora, con el interés de las ciudades en buscar puntos de encuentro para competir mejor en un mundo global, puede estar abriéndose una ventana de oportunidad. «La vertebración de Andalucía puede venir de las ciudades», resumió Álvaro Ybarra, director de ABC de Sevilla. Ybarra coincidió con De la Torre en que la cesión de competencias a los municipios es «esencial» para que iniciativas como el eje entre Málaga yla capital hispalense tengan «sentido y resultado». Y comparó el caso territorial con el de la principal necesidad de la industria andaluza:ganar tamaño. «La cooperación es necesaria para ser más competitivos», remachó.

Hubo acordes, pero también desacuerdos. El papel de los medios de comunicación en la casi imposible conciencia común andaluza fue uno de ellos. Asi, Juande Mellado, director de «La Opinión de Málaga», que citó el caso de los festivales de cine malacitano y onubense como modelo de sinergias posibles, entonó la autocrítica para afirmar que la conformación de la opinión pública desde los periódicos locales se ha hecho generalmente «desde el agravio». Una circunstancia que a su criterio no ha ayudado precisamente.

Algo que fue rebatido por el director de «Sur», Manuel Castillo, quien, a pesar de afirmar que la colaboración está en el gen de nuestra sociedad», defendió «la política de agravios» por las «conquistas» que ha permitido a territorios como Málaga, y dejó claro que ésa seguirá siendo la bandera que ondee el diario que lidera. «Cuantos más consejeros autonómicos tengamos de Málaga, mejor», llegó a a aseverar, generando una gran controversia en el resto de contertulios.

A la mesa redonda entre directores de periódicos le sucedió otra en la que tomaron la palabra articulistas de diversos medios moderados por el director responsable de proyectos y actividades de la Fundación Alcántara, Teodoro León Gross. Debatieron Antonio Soler, Javier Caraballo, José Manuel Atencia y Alberto García Reyes. El malagueño Soler dejó claro que Málaga y Sevilla «están cada vez más cerca y eso nos obliga a un entendimiento y una armonía». Algo que fue corroborado por Atencia, de la cadena SER, muy crítico con los localismos, «que no han servido para nada». García Reyes , Adjunto al Director de ABC de Sevilla, sí apuntó certeramente el primer «muro» que hay que derribar:«el antropológico. El eje no servirá de nada mientras que no se trabaje en el ámbito educativo», remarcó.