Fallece Joaquín Marín, exdirector de Canal Sur y Diario Sur

Los periodistas no mueren quedan tejidos a las hemerotecas. Ahora será posible rastrear los rasgos de su personalidad entre las costuras de un titular y los flecos de los últimos párrafos escritos en cualquier editorial por los que no se perdía la intensidad entre el humo de sus cigarrillos, el respeto al lector. Analógico como fue, este nuevo tiempo lo despide como un referente al que admirar. Joaquín Marín Alarcón (Mijas, 28 de noviembre de 1947-Málaga, 14 de julio de 2017) era uno de esos maestros del periodismo que no se guardaba nada para sí mismo, un pura sangre que se alimentaba de tinta fresca. Hoy lo lloran hasta los becarios.

Su trayectoria profesional le hace este día de agosto titular de varios medios locales en Málaga, es el único caso conocido de un capitán que ha estado al frente de Diario Sur y La Opinión de Málaga, las dos orillas del Guadalmedina periodístico de la ciudad.

Carisma a raudales no le faltaba para encarar cualquier empresa que se le presentase. De hecho tuvo el enorme privilegio de haber sido el director de periódico más joven de España en su momento desde Sur.

Con su autoridad de 'magister' -había estudiado precisamente para maestro- se ganó el cariño de la tropa de ambas redacciones en tiempos tan turbulentos como los de ahora en política. Su figura profesional se agrandó más si cabe cuando también estuvo al frente de un recién parido Canal Sur al que todavía no le sobraba folclorismo. Su visión de Andalucía única y bien vertebrada se echará de menos igual que su valorada independencia.

Joaquín Marín es recordado en las páginas más tristes de la prensa esta mañana por sus fieles correligionarios con una frase célebre, propio de un Luis Aragonés de las redacciones con aquello del «ganar y ganar y volver a ganar» que en su caso significaba «rigor, rigor y rigor y después más rigor» que de alguna forma se ha tragado el monstruo de la velocidad llamado internet.

Empezó muy joven tras estudiar en Madrid y luego ser corresponsal de El País y luego en Sur pasó de plumilla a la mesa más decisiva de la redacción donde realizó de alguna manera el paso siempre difícil del periódico del Movimiento al que es hoy. En 1996 dejaría su responsabilidad en la mencionada etapa televisiva de Canal Sur y se lanza a preparar la aparición del nuevo rotativo La Opinión de Málaga, del que fue director en dos etapas, 1999-2003 y 2008-2010, siendo también desde 2003 hasta su jubilación en 2010 director general de Prensa Ibérica en Andalucía.

Además de todo eso, de todas las lecciones que dejó y de sus anécdotas casi legendarias, se va también un Hijo Predilecto del municipio de Mijas, de su Costa del Sol, a la que equiparó a los territorios más interesantes desde el punto de vista de la narrativa periodística de Europa.