LUCÍA VIVAR

La familia de la niña de Pizarra dice que tenía dos golpes en la cabeza

Un nuevo informe forense pone en duda la hipótesis oficial de la muerte de la pequeña Lucía

Los padres y abuelos de Lucía durante la comparecencia J.J.M.

J.J. MADUEÑO

La familia de Lucía Vivar, la niña fallecida en las vías de Pizarra, muestra nuevos indicios sobre la muerte de la menor que contradicen la versión oficial. Lo hacen tras una reunión con la juez que investiga la desaparición de la niña el pasado miércoles en el Juzgado de Instrucción 10 de Málaga, tras la que aseguran que no se les ha dado respuesta a los grandes interrogantes del caso. La madre, Almudena Hidalgo, ha desvelado un nuevo informe forense aportado a la investigación, por parte de los familiares de Lucía, en el que se revela que la pequeña sufrió «dos lesiones en la cabeza» aquella noche. La primera es la que causó la muerte y el otro sería el que recoge la investigación oficial del tren. «Si el golpe es también del tren es una negligencia, pero si no es del convoy sería un asesinato» , explica Belén Ordoñez, abogada de la familia, que compareció junto a los padres este jueves en Alhaurín el Grande, en la primera comparecencia pública de los progenitores de Lucía Vivar.

Según estos forenses, la primera lesión sería la causante del fallecimiento. «La muerte no fue accidental en un 99,9 por ciento» , explica Almudena. Los padres ahora esperan aclarar si, en el caso de ser una negligencia, se debe a errores en la organización de la búsqueda o al hecho de que se permitiera la salida de los trenes, mientras se buscaba a la menor de tres años junto a las vías durante toda la madrugada. La otra hipótesis que maneja la familia es que «se la llevaron». «Ni ellos mismo se creen la versión oficial. Es de película», remarca Antonio Vivar, padre de Lucía.

La Guardia Civil emitió un avance de la investigación en la que aseguraba que Lucía se había marchado por su propio pie. La pequeña se encontraba jugando con sus primos cuando desapareció, mientras sus padres cenaban en el restaurante de la Estación de Pizarra. Lo próximo que volvieron a saber de ella fue que se había encontrado su cuerpo sin vida acurrucado junto a los raíles horas más tarde. Los datos oficiales reseñan que el primer tren de la mañana del pasado 27 de julio la golpeó en la cabeza provocándole la muerte . La hipótesis dice que tras andar 4,2 kilómetros por las vías se acurrucó junto a los raíles, donde falleció.

Sin embargo, Antonio Vivar insiste en que no se cree esta versión porque «hace aguas». «A nuestra hija nos la quitaron, ella no se fue por voluntad propia» , remarcó el padre, que ve imposible que su hija se adentrara en la oscuridad tras pasar por un tanatorio lleno de gente y por un restaurante donde había unas 160 personas. El padres no entiende, por ejemplo, como el tren la golpea por detrás si estaba de frente. «En el lugar donde se encontró el cuerpo no hay salpicaduras y la niña se encontraba en posición fetal», recuerda el progenitor. «Nos han arrebato a nuestra hija» , lamentó Antonio Vivar.

Según la familia, la juez ya ha revisado las cámaras de seguridad que había en el recorrido. «No se ve nada, se han borrado. La revisión se ha hecho demasiado tarde», explica Belén Ordóñez. Es otra de las quejas de la familia. «No tenemos acceso a la documentación», lamenta Almudena Hidalgo. « No nos quieren decir la verdad , pero somos jóvenes y no nos vamos a aburrir», apunta Antonio Vivar, quien añade que la familia tiene «muchas preguntas y pocas respuestas». « No saben cómo explicar que la niña llegara aquella noche hasta allí» , remarca el padre.

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