Uno de los drones desarrollados por Aeorum para labores de seguridad
Uno de los drones desarrollados por Aeorum para labores de seguridad - FRANCIS SILVA

Drones andaluces, firmes para patrullar Europa

Una empresa malagueña desarrolla novedosos sistemas de seguridad mediante flotas de drones que ha puesto a disposición de las Fuerzas de Seguridad del Estado

MÁLAGA Actualizado: Guardar
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DE haber estado operativos, quizá no se hubiera producido el asalto de la valla de Ceuta por el que unos 500 inmigrantes irrumpieron en la madrugada del viernes en territorio español. Una flota de drones, aparatos que, dirigidos desde un centro de control permiten una visión perimetral de gran amplitud, podrían haber detectado la presencia masiva de personas. Sin importarles la difícil orografía del terreno y, también, sin depender de la dispar colaboración de Marruecos.

Es sólo una de las posibilidades que ofrece el uso de esta tecnología en materia de seguridad. Y pueden ser el futuro. Al menos así lo aseguró en Málaga el secretario de Estado de Seguridad, José Antonio Nieto, durante su visita a la empresa Aeorum, experta en el desarrollo de este tipo de soluciones.

Nieto avanzó que su departamento estudia utilizar drones o globos aerostáticos en las fronteras ceutí y melillense, lo que podría evitar a las fuerzas y cuerpos de seguridad sustos como el de la otra noche.

La visita de Nieto a Aeorum, firma derivada de la Universidad de Málaga que trabaja en el Parque Tecnológico de Andalucía, no fue casual. Pero sí un espaldarazo para esta innovación. Esta compañía, creada por tres ingenieros formados en la Universidad de Málaga, lleva cinco años trabajando en el desarrollo de herramientas que aumenten la capacidad operativa de las fuerzas de seguridad en un entorno en el que, cada vez más, se requieren soluciones «escalables» para una amenaza global que también lo es. En román paladino, incrementar las posibilidades de vigilancia y reacción a un coste razonable.

Aunque ofrece otro tipo de proyectos siempre relacionados con la seguridad, el equipo de Aeorum, comandado por el ingeniero y doctor en Economía Jesús García Merino, ha centrado sus últimos trabajos en la gestión de drones. Como ayuda pero también atentos a la amenaza que pueden suponer. El alto cargo de Interior pudo conocer ayer de primera mano el programa «Drone Captor», un sistema de inteligencia artificial concebido como un escudo para neutralizar los drones de los «malos». En una pequeña sala llena de pantallas digna de la película «Juegos de guerra», se escenificaba un ataque realizado con estos artilugios. «Pero, ¿esto es de verdad?», llegó a preguntar alguno de los asistentes creyendo que atacaban un centro neurálgico. Por supuesto, sus moradores fueron salvados (virtualmente).

«Surveiron» es el otro programa en el que más se está volcando la firma por las posibilidades de aplicación real que tiene. Se trata de un proyecto de investigación aprobado y financiado con 2,5 millones de euros por la Unión Europea —tras imponerse a otros 2.600 trabajos— mediante su programa «Sociedades Seguras» dentro del Horizonte 2020.

Centro de control del programa «Drone Captor» en el PTA de Málaga
Centro de control del programa «Drone Captor» en el PTA de Málaga - FRANCIS SILVA

Consiste en el desarrollo de un equipo de robots inteligentes embarcados en una flota de drones. En un escenario de emergencia, estos aparatos escanean y analizan los riesgos que identifican, los envían al centro de control (que puede ser fijo o móvil, por ejemplo una furgoneta policial) y se representan en 3D para que operadores humanos los evalúen en tiempo real más fácilmente.

Así, en un incendio, los drones pueden dar a conocer la cantidad total de energía en calorías que el fuego genera, las grietas en edificios, el número de personas en peligro, las fugas de gas tóxico y el estado de las infraestructuras afectadas. El sistema podría incluso proponer el número de extintores y camiones de bomberos que se necesitan, una lista ordenada de evacuación de edificios, un mapa de gases tóxicos o el número de personal sanitario que se requiere.

Esta tecnología, aunque ya lista, aún no opera de manera real. Quedan por desarrollarse, entre otras cuestiones, multitud de aspectos legales que influyen en su desarrollo. García Merino no se atreve a dar una fecha en la que sus artilugios puedan dar el salto del laboratorio al cielo. Pero confía en ver pronto drones andaluces patrullando las ciudades europeas.

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