Los menores que fueron acusados falsamente de cometer abusos por una compañera
Los menores que fueron acusados falsamente de cometer abusos por una compañera - ABC
ACUSÓ A SUS PROPIOS COMPAÑEROS DE CLASE

Cien horas de trabajos sociales para la menor que denunció una falsa violación en Málaga

Pese a considerarlo probado «plenamente», el juez rebaja incluso la pena que había solicitado el fiscal, que pedía un año de libertad vigilada

MÁLAGA Actualizado: Guardar
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Un juez de Málaga ha impuesto una pena de 100 horas de trabajos en beneficio de la comunidad a la joven que denunció falsamente a cuatro compañeros de su misma clase de haberla acosado durante meses, agredido y, finalmente, violado en los jardines del propio centro escolar donde cursaban segundo de Bachillerato el año pasado.

Finalmente, el juez ha optado por una pena inferior a la que había solicitado el fiscal durante la vista del juicio contra ella que se celebró la semana pasada. Entonces, el Ministerio Público solicitó un año de libertad vigilada para la chica. Ampliaba así la primera calificación realizada por la Fiscalía, que es por la que ha terminado decantándose el magistrado en su fallo.

Dos de las cuatro familias que se vieron involucradas en la falsa denuncia de la estudiante pidieron entonces que fuera internada en un centro psiquiátrico.

«Hasta que sea seguro que se solucione lo que tiene», afirmaron.

La joven, que tenía 17 años cuando sucedieron los hechos, denunció ante la Policía haber sido víctima de un proceso de acoso escolar por cuatro de sus compañeros de clase. En concreto, aseguró haber sido ridiculizada en numerosas ocasiones, haber recibido numerosos golpes (que se revelaron inventados) y, en el colofón, haber sido violada bucal, anal y vaginalmente por dos de los alumnos en los jardines del centro concertado donde estudiaban.

Aunque a los muchachos se les decretó una orden de alejamiento que les impidió volver a clase en todo el fin de curso justo cuando habían de enfrentarse a la Selectividad, las investigciones que hicieron sus propios padres terminó por revelar la falsedad de la denuncia. Tanto la geolocalización de sus teléfonos móviles como otras pesquisas que se realizaron demostraron que ni siquiera eestaban en el centro escolar en el momento en que se había denunciado los hechos.

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