SEMANA SANTA

El Cautivo sigue el último el Lunes Santo, pese a la estampida de este año

La cofradía se reunió con las otras hermandades afectadas, pero nadie aceptó el cambio y retiró la propuesta

El Cautivo en su trono durante el pasado Lunes Santo de 2017 REUTERS/Jon Nazca

J.J. MADUEÑO

Una pelea en calle Carretería provocó una avalancha en la procesión del Cautivo de Málaga, una de las más multitudinarias de la Semana Santa de la ciudad en la última semana de Pasión. En medio del caos, el hermano mayor de la cofradía, Ignacio del Castillo, explotó. Dijo que no iban a salir nunca más en el último lugar el Lunes Santo y amenazó con desagruparse si no había cambio. El Señor de Málaga, uno de los baluartes cofrades de la ciudad, se marcharía si no se cambiaba la hora de procesión. Saldría, pero no sería parte de la Semana Santa oficial de Málaga. Pese a que luego matizó sus palabras y suavizó el discurso, Del Castillo tiene sobre su mesa la petición de muchos hermanos de cambiar la hora , pero no será este año.

Las hermandades del Lunes Santo (Crucifixión, Columna, Dolores del Puente, Pasión, Estudiantes y Cautivo) se reunieron para dirimir los horarios de la jornada y se planteó un cambio de horario para la salida del Cautivo . La hermandad trinitaria informó a la Agrupación de Cofradías sobre una propuesta de posible cambio de posición en el orden procesional del Lunes Santo. La cuestión había sido tratada en días anteriores de forma bilateral con las cofradías afectas por dicha posibilidad, que no aceptaron. Al no prosperar la petición hecha por la hermandad, «dadas las notables dificultades que conllevaba», la propuesta fue retirada por los responsables de la corporación trinitaria. Por lo que, pese a todo, el Cautivo volverá a cerrar el Lunes Santo malagueño.

Es una cuestión histórica. La demanda de cambiar su posición en el horario no es nueva. Pese a que la estampida provocó un calentón en la directiva del Cautivo, no es la causa principal de la petición. En el trasfondo hay una cuestión de seguridad . El barrio de La Trinidad, donde se encuentra la Iglesia de San Pablo, sede canónica de la imagen, y donde está la casa hermandad, es uno de los barrios más deprimidos y conflictivos de la capital. Los dispositivos de seguridad tienen que redoblar esfuerzos cuando la imagen sube de calle de Mármoles a altas horas de la mañana y no es lugar aconsejado para los devotos, que han sufrido pequeños robos o intimidaciones siguiendo la procesión.

Pese a todo, Jesús Cautivo volverá a brillar como eje central del Lunes Santo. Es la imagen de Cristo a la que más devoción se le profesa en la ciudad . Sus salidas se hacen entre miles de personas que se acercan a verlo pasar con su túnica blanca. La aglomeración embota las calles y los fervores se desatan. La promesa tras el trono no se cuenta en personas, sino en el tiempo que tarda en pasar. Los claveles rojos y las saetas llueven a su paso. Y en medio del fervor, las largas esperas y los que se cuelan, surgen los problemas, como la pelea que en la pasada Semana Santa, que provocó una estampida que calentó los ánimos, ahora enfriados.

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