El lutier Paco Cortés, en su taller
El lutier Paco Cortés, en su taller - ABC
REPORTAJE

Paco Cortés, el lutier cordobés al que la Junta no contrata en Jaén ni con una sentencia a su favor

Año tras año es otro quien ocupa la plaza pública que le corresponde, como reconoce la Justicia

JAÉN Actualizado: Guardar
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«Me siento, no encabronado, lo siguiente. Me está suponiendo un desgaste anímico importante… Me merma. Lo que era un sueño se ha convertido en una pesadilla». Las palabras deFrancisco Cortésdenotan su hartazgo. Lleva tres años optando a una plaza de lutier en el Conservatorio Superior de Jaén, aunque al final siempre es otra persona –fuera de la lista oficial– quien consigue ocupar el puesto que le corresponde por derecho propio, como ya le ha reconocido la Justicia.

Paco Cortés es lutier, y no uno cualquiera. Ama su oficio artesano, aprehendido en el seno de una familia –la suya– de ebanistas. La trayectoria de Cortés, natural del municipio cordobés de Almedinilla, está avalada por un expediente académico intachable.

En su currículum brillan los múltiples títulos que acreditan su excelencia; las matrículas de honor, las conferencias, las becas y las prácticas en el extranjero, donde perfeccionó la técnica para reproducir instrumentos antiguos; su especialidad.

Con todo, a Paco Cortés le ha sido imposible acceder a un puesto de trabajo que le pertenece con la ley en la mano. Sus problemas empezaron en la convocatoria del curso 2014/2015. La Junta de Andalucía sacó a concurso dos plazas de lutier de carácter provisional –por ser a media jornada–, una en Málaga y otra en el Conservatorio Superior de Música de Jaén. «Le dan continuidad a la bolsa de trabajo en la que sólo estábamos dos personas», apunta Paco.

Sin embargo, no fue él quien consiguió la plaza, sino otra persona, F.E.H.H., que había quedado en la lista de excluidos. La Junta de Andalucía no le ha dado ninguna explicación. Tras repetidos intentos por parte de ABC, la administración tampoco ha razonado el porqué de este asunto. «No entiendo cómo a una persona que está excluida se le adjudica el puesto», comenta Francisco Cortés: «Como ciudadano, me veo en la obligación de denunciarlo».

Eso hizo. Primero lo puso en conocimiento de la Dirección General de Recursos Humanos de la Consejería de Educación. De nada sirvió entonces que solicitara audiencia privada con la máxima responsable, Antonia María Cascales, que no le ha recibido hasta hace pocos días. «Me estuvieron mareando y no me hicieron ni caso, me dijeron que eso era así», recuerda Cortés. Ese mismo año renunció a denunciar formalmente porque no se veía «con fuerzas» para «hacer frente» a la administración.

La sentencia

No fue hasta el siguiente curso, en el que se repitió el mismo procedimiento, cuando Paco se atrevió a presentar una denuncia, porque F.E.H.H. volvió a ser el elegido. La polémica directora del centro musical jiennense, Inmaculada Báez, fue quien pidió la continuidad de este profesor. «Ese año me veo obligado a presentar una demanda», señala el lutier afectado.

La resolución judicial llegó hace unos meses y el juzgado falló a su favor, si bien la Junta ha presentado un recurso de apelación ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía: «Lo que buscan es dilatar el proceso».

Dicha sentencia no se había emitido en el momento de la adjudicación de plazas del curso 2016/2017, en el que nuevamente Paco aparecía en el listado definitivo de admitidos. Pero volvió a ser F.E.H.H. quien acabó firmando el contrato. Y otra vez Paco interpuso otra demanda que ha sido admitida a trámite, aunque el señalamiento del juicio se ha fijado en junio de 2018.

Otra oportunidad

La Junta de Andalucía tiene este año otra oportunidad para contratar a Paco de cara al próximo curso. En los días venideros saldrá publicada la lista provisional de admitidos, en la que el lutier previsiblemente volverá a aparecer, y luego será el turno de la adjudicación definitiva, que llegará antes de agosto. Y será la primera vez que se haga con la sentencia ya emitida, aunque Cortés cree que la Consejería de Educación no va a actuar de acuerdo al fallo del tribunal.

Lo suyo le ha costado conseguir la sentencia a su favor. Literalmente, porque Francisco se ha visto obligado a echar peonadas en el campo para poder sufragar los litigios contra la Junta de Andalucía. También está su sufrimiento emocional. Cansado por el incesante goteo de noticias sobre corrupción, dice sentirse «desengañado», impotente: «Tengo ilusión por dejar un mundo mejor, pero esto va para peor». Mientras se consuma el esperado Armagedón, él seguirá enfrascado en su taller, creando con sus propias manos los instrumentos para la banda sonora del fin del mundo.

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