Dos bomberos sofocan las llamas de la fábrica incendiada
Dos bomberos sofocan las llamas de la fábrica incendiada - ABC
Sucesos

Incendio en la fábrica abandonada de Dhul, subvencionada por la Junta con 4 millones

El siniestro agrava aún más el estado ruinoso de la planta de comida precocinada

Jaén Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Un incendio ha arrasado 1.000 metros cuadrados de material aislante amontonado en las ruinas de la planta de comida prefabricada que la empresa Dhul comenzó a construir en Jaén en enero de 2010 y paralizó un año después. Para sofocar las llamas ha sido necesaria la participación de siete dotaciones del parque de bomberos de la ciudad. La investigación abierta para conocer el origen del suceso determinará si el siniestro ha sido intencionado o accidental.

Esta fábrica ha sido objeto de un constante saqueo desde que la empresa constructora dejó obras sin concluir al no recibir fondos del grupo Nueva Rumasa, propiedad de la familia Ruiz-Mateos, que sí obtuvo una importante subvención de la Junta de Andalucía para acometer la planta.

En concreto, la administración autonómica, a través de la Agencia de Innovación y Desarrollo, concedió 4 millones de euros al grupo.

La planta presenta ahora un aspecto desolador, agravado por el incendio. Los grafitis cubren las enormes paredes de diversas estancias. En determinadas zonas los bloques de hormigón han sido destrozados. Las malas hierbas invaden espacios y ningún vehículo circula por el vial realizado expresamente para el tránsito de mercancías que generaría una planta en la que, con ayuda pública, Nueva Rumasa tenía previsto invertir 49 millones de euros.

Nada hacía prever este desenlace cuando hace 7 años el entonces secretario de Estado de Política Territorial, Gaspar Zarrías, y el consejero delegado de Nueva Rumasa, José María Ruiz-Mateos Rivero, pusieron la primera piedra del proyecto, un empeño personal del entonces secretario general del PSOE, ya que la planta proporcionaría empleo 75 trabajadores de Primayor, empresa cárnica que con la denominación de Molina había sido gestionada por la propia Junta de Andalucía, administración cuya plana mayor provincial asistió complacida al acto.

Cuando Nueva Rumasa entra en concurso de acreedores en 2011 la satisfacción general derivó en preocupación, tanto más cuanto que de manera inmediata se frenó la ejecución de obras de la fábrica. Los trabajadores de Primayor, conscientes de que no conseguirían el empleo anunciado por la Junta, emprendieron entonces un largo camino de movilizaciones sin final feliz. Tampoco ha dado aún fruto la reclamación judicial de la Junta de Andalucía para que el grupo le devolviera el dinero subvencionado.

Ver los comentarios