ROCÍO CHICO 2017

El Rocío Chico como compromiso con la paz

El obispo de Huelva, José Vilaplana, centra la homilía de la misa de acción de gracias en el recuerdo a las víctimas del atentado de Barcelona y pide a la Virgen protección frente a la violencia

Momento de la Función Principal de Instituto presidida por José Vilaplana, obispo de Huelva MIGUEL ÁNGEL JIMÉNEZ

MIGUEL ÁNGEL JIMÉNEZ GARCÍA

Los actos de la celebración del Rocío Chico , festividad con la que el pueblo de Almonte cumple cada año su promesa de dar gracias a la Blanca Paloma por su protección ante la represión ejercida por las tropas francesas en 1813 , se han teñido este año de pesar por todas las víctimas, fallecidos y heridos, en el atentado de Barcelona del pasado jueves. Así, una conmemoración que suele estar marcada por el carácter familiar y el reencuentro veraniego en la aldea del Rocío tanto de los vecinos de Almonte como de devotos de diversos puntos que aprovechan para acortar distancias con la próxima romería, se ha visto inevitablemente influenciada por el luctuoso suceso, que ha centrado la práctica totalidad de la homilía que el obispo de Huelva, José Vilaplana , ofrecía esta mañana en la misa de acción de gracias sabatina.

«La violencia, la muerte, la amenaza, están siempre presentes de una u otra forma», recordó Vilaplana , quien ha dedicado su discurso a «nuestros hermanos que han muerto en el atentado de Barcelona , a los heridos que están luchando entre la vida y la muerte y a todas las personas de bien que están poniendo lo mejor de sí mismos». Es el contrapunto al dolor de la sinrazón, el ejemplo de quienes «ofrecen los servicios más sencillos para mitigar este dolor, hasta su propia sangre», ha celebrado el obispo de Huelva.

«Necesitamos ampararnos bajo el manto protector de la Virgen María para pedirle que nos defienda y que nos ayude a conseguir una sociedad en paz, para que desaparezcan esas amenazas sin razón que siembran tanto dolor y tanta muerte en nuestro mundo», ha reconocido el obispo en su homilía, convirtiendo la eucaristía tradicional de acción de gracias en una petición especial de protección con un espíritu de esperanza exento de todo carácter revanchista: «Es un momento para recordar las palabras del papa Francisco que nos invitan a ser constructores de paz y a participar en la revolución de la ternura», ha recordado. «Hoy en este día del Rocío Chico, comprometámonos a ser constructores de la paz, como niños recién nacidos, como personas que comienzan de nuevo con esperanza, como niños que, en brazos de su madre, confían en la bondad de Dios», ha exhortado Vilaplana a los numerosos fieles que han abarrotado el Santuario de la Virgen del Rocío .

La Función Principal de Instituto , ha comenzado puntual a las diez de la mañana con estruendo de cohetes, contó con las voces de la Asociación Coral Villa de Paterna del Campo y giró en torno a la lectura del Evangelio según san Mateo , el fragmento conocido como el pasaje de los niños, a los que Jesús invita a emular ya que «si no nos convertimos y hacemos como los niños, no entraremos en el reino de los cielos», advirtió el obispo.

La eucaristía ha sido también la última en la que el hermano mayor de la Matriz en este 2017, José María Acosta , ha ejercido como tal, dentro de un Rocío Chico que, como ocurrió con la romería, ha estado repleto de momentos especiales. Entre los más significativos se encuentran la procesión eucarística que se ha celebrado tras la Función Principal de Instituto y el Santo Rosario cantado , que recorrió en la medianoche del viernes al sábado, epicentro de la conmemoración, las calles de la aldea almonteña, en un itinerario que recuerda al que sigue la Virgen del Rocío en su procesión del Lunes de Pentecostés.

Suponía el colofón al triduo preparatorio que se ha venido celebrando desde el miércoles 16 de agosto hasta el viernes 18, con las predicaciones de Francisco Jesús Martin Sirgo, párroco de Almonte; Mario Iceta Gavicagogeascoa, obispo de Bilbao y Francisco Cerro Chaves, obispo de Coria-Cáceres, y cantadas por los coros de la Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de La Palma del Condado, de Sevilla-Macarena y de Almonte, respectivamente.

Todos los actos programados por la Hermandad Matriz de Almonte para la celebración del Rocío Chico han contado con una notable participación por parte de los devotos, en consonancia con la gran afluencia de público que ha animado el tranquilo verano de la aldea almonteña y que era especialmente palpable en las casas de hermandades como la de Huelva o Triana.

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