Dos médicos del SAS a juicio por homicidio imprudente

Dos médicos del SAS se sentarán en el banquillo por homicidio imprudente. Se trata de R.C.G. y L.S.M, procesados por la muerte de un discapacitado físico que murió por no recibir el tratamiento adecuado tras una obstrucción intestinal.

Según el auto de procedimiento abreviado del juzgado de instrucción 5 de Huelva, los hechos ocurrieron en febrero de 2013 cuando J.A.H. acudió al centro de salud de la Orden de Huelva a su médico de cabecera R.M.C. Se quejó de un dolor abdominal y fue diagnosticado de «hepatomegalia». El enfermo acudió de nuevo varias veces a consulta porque las molestias no cesaban sino que iban en aumento.

En una de las visitas posteriores entregó a la médico un TAC de una consulta privada donde constaba que «destaca marcada dilatación del intestino grueso en todo el marco colónico con gran fecaloma condicionado una compresión del estómago e intestino delgado».

La doctora le recetó unas medicinas que no le aliviaron.

Ese mismo día, 12 de abril, acudió a urgencias por dolor abdominal tras colocarse un enema. Fue atendido por otro médico que no reflejó nada en cuanto a la exploración del paciente, concluyó que tenía «dolor abdominal». y le recetó varios fármacos. A las pocas horas el hombre fue encontrado cadáver en el baño de su vivienda con la cabeza apoyada en el lavabo presentando «abdomen muy distendido, duro y globuloso» y «recto muy dilatado repleto de heces constriñendo la cavidad abdominal torácica».

El informe del forense concluyó que existían errores «tanto de diagnóstico como de tratamiento, omitiendo pruebas tan sencillas como una simple radiografía de abdomen que podían haber orientado el diagnóstico de forma precoz, apareciendo como causa fundamental del fallecimiento la obstrucción abdominal». El juez recalca que el paciente se agravó «por la sucesión de errores, la dilatación del tiempo y la inadecuada medicación pautada». Ahora pide al fiscal y las partes que califiquen. Los abogados que ejercen la acusación en nombre de la hermana del fallecido ,Juan Isidro Fernández y Marina Jiménez, piden tres años de prisión y seis de inhabilitación para cada uno de los médicos por «prepotencia, dejadez e impericia». Y 100.00 euros de fianza además de indemnización de 150.000 euros por daños morales.