La mala calidad de las aguas suministradas por el Ayuntamiento acaba con la actividad del campo de golf de Matalascañas

La empresa arrendataria cumple su advertencia y clausura sine die las instalaciones deportivas

ALMONTE Actualizado: Guardar
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Llegó el dos de noviembre y a pesar de las numerosas advertencias que José Luis López Casas, propietario de Doñana de Silva Golf, empresa arrendataria del campo de golf de Matalascañas, ha venido realizando públicamente sobre el destino que esperaba a la instalación deportiva si el Ayuntamiento de Almonte no solucionaba el problema de suministro de agua que viene padeciendo el campo, el Consistorio no ha movido ficha y el cierre se ha hecho efectivo en el día indicado. Durante las últimas semanas, arrendataria y el que es de hecho el propietario del campo de golf, el Ayuntamiento de Almonte, han cruzado acusaciones a causa del anuncio de cierre y los motivos esgrimidos por Doñana de Silva Golf.

Tras explicar José Luis López Casas a ABC el pasado 20 de octubre los motivos por los que la empresa adoptaba la drástica decisión, el Ayuntamiento ofrecía una rueda de prensa en la que comparecía el concejal de Turismo de la localidad, José Miguel Espina Bejarano, para desmentir que la causa principal del cierre fuera el mal estado de las aguas que se suministran al campo y esgrimía como motivo real para la adopción de esta medida la inviabilidad económica que presuntamente padece la instalación, al tiempo que acusaba a López Casas de lanzar el órdago para forzar la rescisión del contrato por el que Doñana de Silva gestiona las instalaciones.

También eludió el concejal la responsabilidad del Ayuntamiento sobre la instalación debido a que «ya no es el propietario» a causa a la anulación judicial de la compra de las acciones de Exclusivas Doñana impulsada por el anterior equipo del PP, aunque a renglón seguido reconocía que dicha anulación está aún pendiente de ejecución.

Por su parte, el presidente de Doñana de Silva, José Luis López Casas, citaba a los medios el miércoles 26 de octubre para aclarar su postura con respecto al cierre de la instalación deportiva, un cierre que, insistió, tendrá un carácter indefinido hasta que el Ayuntamiento de Almonte suministre agua «en condiciones de salubridad y cantidad suficiente» para el mantenimiento de la actividad, como recoge el contrato firmado en diciembre de 2012. López Casas insistió en que la mala calidad del agua y el corte del suministro por parte del Ayuntamiento ante las quejas de malos olores por parte de los vecinos del campo han provocado el deterioro de los greenes y la pérdida de más del 40% de los usuarios durante el verano, así como la cancelación de varios torneos que la empresa ya tenía cerrados para estos meses, una situación «inasumible» para la empresa.

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«No queremos tener un problema de salud pública», advertía López Casas. «Este año ha habido denuncias al Defensor del Pueblo Andaluz y en la casa de salud por problemas de ansiedad por los malos olores del campo», explicaba, al tiempo que recordaba que tanto jugadores como trabajadores habían sido increpados por los vecinos.

En cuanto a los argumentos económicos que el Ayuntamiento alude como causa del cierre del campo, López Casas recordó al concejal de Turismo que fue Doñana de Silva Golf la que salió al rescate del Consistorio cuando el Banco Santander pretendía ejecutar una hipoteca que pesaba sobre la instalación y que ascendía a más de un millón de euros, haciéndose cargo de la misma. «Si alguien tiene que agradecer algo a alguien económicamente, ese es el Ayuntamiento de Almonte a Doñana de Silva Golf», sentenció López Casas.

El presidente de la arrendataria admitió tener pruebas más que suficientes para demostrar que los olores provienen de las aguas que se les suministran a los lagos y no, como esgrime la empresa suministradora, de los lodos de sedimentación de los propios lagos. «Achacar los malos olores del campo a los lodos que están depositados en los lagos suscita una reflexión: esos lodos no han venido del cielo, han venido del agua que se ha ido vertiendo», explicaba López Casas. «Lo que pasa es que, a veces, tiene uno que morderse la lengua porque hay un bien superior al beneficio que yo pudiera obtener en esta discusión, que es el del destino turístico», zanjó.

ABC ha contactado con la empresa suministradora que ha declinado realizar declaraciones al respecto del nuevo destino de las aguas que antes se usaban para regar el campo de golf.

El cierre del campo de Golf de Matalascañas supone la eliminación de un activo para el destino turístico amén de la pérdida de gran parte de los puestos de trabajo directos e indirectos que se derivaban de la práctica deportiva.

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